Algarabía cederista en barrios de Santa Cruz del Sur
Como conquista de un poder que ya era del pueblo surgieron los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), para incorporar masivamente a todos los que sí preservarían, aún al costo de sus vidas, el triunfo tantas veces soñado, no exento de derramamientos de sangre, y la pérdida de los mejores hijos en esta Cuba grande.
En Santa Cruz del Sur no quedó un resquicio en los barrios donde no hubiera plantado un caldero, al que a tizón encendido le iba dando desde su interior el sabor autóctono a la caldosa, alimento que de modo tradicional junta a la membresía en cada fiesta organizada en las cuadras. Así volvió a esperarse este nuevo cumpleaños, el número 54.
Muchas han sido las demostraciones de alegría, sobre todo de las jóvenes generaciones que sienten el placer de ser también protagonistas de la obra de todos y para todos, liderada aún, desde las ideas, por Fidel.
La intensidad de los CDR es creciente, en total empuje, porque hay nuevas tareas a enfrentar en esta situación histórica concreta: el acometimiento sin vacilaciones contra la corrupción, las indisciplinas sociales, las ilegalidades y la subversión política e ideológica.
Guardianes del presente y el futuro son los Comités, pues desde ellos se apoyan los programas de salud, la educación, la economía y la defensa del país. Allí hay un inagotable caudal de hombres y mujeres con una gran energía política y revolucionaria. Ellos son la garantía segura en las tareas educativas, orientadoras y movilizativas.
Desde esta gigantesca fortaleza seguimos resistiendo el bloqueo imperialista, buscando nuevas ideas para ser más racionales, ahorrativos y productivos. Los CDR son y serán una muralla imbatible en defensa de los intereses patrios. (Raúl Reyes Rodríguez/ Radio Santa Cruz)
