Palpita la fiesta de las identidades
Santiago de Cuba, 5 jul.— Con toda la pujanza de la resistencia y fuerza de las culturas populares que se empinan sobre dificultades económicas y hasta la cercanía de un huracán, se vive aquí la 43ra. edición ininterrumpida del Festival del Caribe.
Es ya otra vez realidad tangible la esperada Fiesta del Fuego, habitual abrazo de julio, que esta vez acoge a hermanos de unas 16 naciones y reverencia la cultura del estado de Bahía, el cuarto más poblado de Brasil, uno de los mayores reservorios de sincretismo de la región y sostén de la caribeñidad del Gigante sudamericano.
Orlando Vergés, director de la Casa del Caribe, calificó como un acto revolucionario y de solidaridad defender festividades como esta, a pesar de la crisis económica que afecta hoy al mundo y a la nación cubana en particular, y reconoció el esfuerzo del estado de Bahía, que definió como la capital cultural y de la alegría de Brasil, por estar presente en esta cita.
Expresión de esos vínculos comunicantes que perpetúan los valores identitarios entre Brasil y Cuba devino la jornada inaugural del coloquio El Caribe que nos une, punto de encuentro y reflexión de los intelectuales de la región, cuya conferencia inaugural Dos miradas al patrimonio caribeño: Santiago de Cuba y San Salvador de Bahía, impartida por el arquitecto Omar López, expuso los elementos históricos, arquitectónicos, culturales y religiosos que identifican y unen a las dos urbes.
Otro emotivo momento devino el panel homenaje al reconocido periodista Pedro de la Hoz, premio internacional Casa del Caribe, recientemente fallecido, en el que la evocación de su obra y aportes en la defensa de la identidad nacional devino motivo para reflexionar sobre el periodismo cultural y sus desafíos actuales.
Hasta el próximo martes talleres de religiosidad popular, música, teatro, artes plásticas, danza y percusión, arqueología, educadores populares; el 4to. encuentro internacional de tatuaje y perforación, el de poetas del Caribe, el Festival de Jóvenes Creadores, una abarcadora muestra de cine caribeño y hasta un maratón popular que tomó las calles este 4 de julio, darán vida a la fiesta caribeña. (Texto y foto: JR)