[:es]El líder de la Revolución, retrato de Oswaldo Guayasamín[:]

[:es]Fidel-GuayasamínLa Habana, 1ro dic.- La Casa Museo Oswaldo Guayasamín conserva hoy en la capital cubana algunos de los pocos retratos llevados al lienzo que se hicieran al líder histórico de la Revolución, Fidel Castro.

El artista ecuatoriano Oswaldo Guayasamín quería venir a Cuba y pintar al líder de su Revolución: la primera vez que le hizo un retrato fue en 1961, contó en una ocasión a Prensa Latina el diplomático Pedro Martínez.

Fidel Castro aceptó posar para el creador indígena, pero dicen que solo pudo retenerlo durante 15 minutos pues todos rodeaban y pedían su atención, detalló.

Después, en 1981 y 1986 plasmó de nuevo al impulsor del histórico asalto al Cuartel Moncada. Los cuadros anteriores forman parte de la colección de la casa museo Oswaldo Guayasamín, ubicada en la parte más antigua de La Habana.

Según la prensa ecuatoriana, Guayasamín fue el único artista que tuvo el privilegio de pintar en tres ocasiones a Fidel Castro.

Además, reflejó en su lienzo al actual presidente cubano Raúl Castro, al trovador Silvio Rodríguez, a Pablo Milanés y al antropólogo Antonio Núñez Jiménez.

De acuerdo a la directora de la casa museo, Aliana Martínez, Guayasamín conocía muy bien la historia de este país, por eso decidió inaugurar la edificación un 8 de enero, fecha en que se celebra la entrada de los “rebeldes barbudos” a La Habana, en la Revolución triunfante.

Hasta el día de hoy, hemos mantenido la luz encendida como nos pidió este gran amigo de Cuba y Fidel Castro, señaló.

Guayasamín tiene un hogar en esta capital desde hace 23 años, en este lugar respiró el aroma del mar y conoció más a su gente, que todavía lo recuerda como un “buen vecino”, rememoró Martínez.

Fue una decisión del pintor tener su casa aquí y el historiador de la ciudad, Eusebio Leal, accedió con una condición: la vivienda debía ser una de las tantas que necesitaban pronta restauración en la parte antigua, explicó.

La edificación estaba muy deteriorada: tenía un taller de mecánica en la planta baja y unas seis familias vivían en el piso superior. Con la remodelación, las habitaciones inferiores se convirtieron en galería de arte y mientras arriba está el salón dormitorio.

Aunque el pintor pasaba algunos días en su casa habanera, cuando abría las ventanas del taller empezaba a conversar con sus vecinos. Entonces iba a otro sitio para hacer su trabajo.

Tampoco durmió nunca allí, pues prefería estar rodeado de muchas personas, recordó Aliana Martínez.

Luego de la muerte de Guayasamín, en 1999 a los 80 años, convirtieron la casa en un museo. Ahora integran la colección del edificio parte del mobiliario del ecuatoriano, artesanías de la nación andina y algunos de los objetos precolombinos que trajo consigo.

Fotos y pinturas colgadas en las paredes dejan constancia de su amistad con el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, cuyo reciente fallecimiento consternó al mundo entero.

En la actualidad, hay tres casas-museo semejantes: la primera fue instituida en 1993 en La Habana, la segunda en 1995 en España y la más reciente, en 2012 en Ecuador. (PL) (Foto: Archivo)[:]