[:es]Orestes Kindelán honra a su gran amigo Fidel Castro[:]

[:es]1130-fidel-kindelanSantiago de Cuba, 1ro dic.- Aún no lo creo, sobreponerse al dolor es muy difícil, Fidel me quería desde que yo era jovencito, desde que me abrazó en 1986 cuando leí el comunicado de una delegación deportiva, dijo el pelotero Orestes Kindelán,  en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, a la entrada de la urbe suroriental.

El máximo jonronero del Béisbol cubano, el Tambor Mayor, expresó su renovado compromiso con la Patria y rindió en ese sitio histórico Guardia de Honor en tributo al Comandante en Jefe de la Revolución cubana, junto a glorias deportivas, estudiantes, combatientes y trabajadores, en representación del pueblo santiaguero.

Al equipo Cuba le daba una comida de despedida y una de bienvenida cuando participaba en eventos internacionales,  ya nosotros salíamos con la bendición, sabíamos que las cosas nos iban a salir bien, que íbamos a tenerlo contento a él y al pueblo, dijo Kindelán.

En los Juegos Panamericanos de 1991, en La Habana, cuando el jardinero derecho Ermidelio Urrutia dio tres jonrones en la final contra Puerto Rico y Fidel se sorprendió porque no era fornido como Kindelán, este en la premiación le explicó : “Comandante, él dio los batazos con el corazón”.

La histórica broma de Fidel a Hugo Chávez, durante un juego de pelota entre Venezuela y Cuba, en la capital de la Isla, fue descubierta cuando el líder bolivariano se dirigió a primera base para ver quién había conectado sus lanzamientos, entonces reconoció y abrazó a Kindelán, aún caracterizado por maquillistas profesionales con barriga, barba y arrugas postizas.

Los jóvenes, especialmente los peloteros, enfatizó el mítico cuarto bate, pueden honrar al Comandante saliendo al terreno a hacer las cosas bien, pensando en su pueblo, en divertir a su afición y luchar la medalla de oro, que siempre se sueña; sé que los jóvenes fidelistas se esforzarán cada día más y cada vez que den un paso pensarán en él, que es pensar en el bien.

Fidel siempre me regaló un abrazo y una sonrisa, agregó el legendario número 46 del deporte nacional, y las palabras amables que me decía para darme confianza en el triunfo; haber sido admirado por él, es un orgullo increíble que no cabe en mí.

En Dos Ríos, zona donde cayera en combate en 1895 el Héroe Nacional José Martí, Kindelán comenzó a jugar pelota a inicios de la década de 1970 y el 8 de noviembre del 2014 fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol cubano, tras  desempeñarse como receptor, jardinero izquierdo y finalmente primera base.

El León de la Montaña en 21 series nacionales de pelota bateó  dos mil 030 hits, 330 dobles, 36 triples e impulsó  mil 511 carreras, participó en siete Copas Intercontinentales, cuatro Juegos Centroamericanos, seis Copas Mundiales, cuatro Panamericanos y tres Olimpiadas, siempre con el apoyo de Fidel, quien hizo del deporte un derecho del pueblo. (Texto y foto: ACN)[:]