Economía

Cuba construirá 100 modernas plantas de biogás

La Habana, 27 ene.- Cuba construirá este año 100 modernas plantas tubulares de biogás de polivinilo de cloruro (PVC), para evitar o disminuir el impacto ambiental que generan los residuos de la masa porcina. Esos centros proporcionan combustible, con lo cual suplen las necesidades energéticas rurales y evitan que los microorganismos patógenos, contenidos en las excretas, contaminen el subsuelo y el manto freático.

Roberto Sosa, director del Centro de Promoción y Desarrollo del Biogás en el Instituto de Investigaciones Porcina, explicó a la prensa que cada una de las mencionadas instalaciones posibilitará el tratamiento de los residuales de hasta 150 cerdos, además de entregar gas a la vivienda del productor y la de vecinos.

Sosa precisó que las provincias de Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Cienfuegos y Camagüey serán beneficiadas con un proyecto de colaboración internacional en esta rama, dirigido a impulsar el desarrollo del campesinado cubano y caribeño, el cual comprende además, una asesoría técnica a Haití.

El también miembro del Grupo Nacional del Biogás, uno de los 17 equipos de trabajo de la Dirección de Energías Renovables del Ministerio de la Industria Básica, manifestó que las capacitaciones iniciadas en 2011 a los productores permiten evaluar parámetros microbiológicos y energéticos.

Según Ileana Pereda Reyes, directora del Centro de Estudios de Ingeniería de Procesos, del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echevarría, en la capital cubana, la tecnología del PVC garantiza mayor resistencia mecánica a golpes y rajaduras.

Pereda Reyes recordó que el biogás se emplea en la producción de electricidad y gas, al aprovechar los desechos sólidos de los vertederos porcinos, vacunos, avícolas, vegetales y humanos.

Documentos sobre su uso popular señalan que se inició por países del Tercer Mundo, debido a la necesidad de obtener energía barata para la cocción de alimentos.

Hoy se emplea ampliamente en naciones industrializadas, como Alemania, Suecia e Italia, donde lo utilizan como fuente renovable económica, capaz de disminuir las emisiones de dióxido de carbono. (AIN)