Antonio Guerrero cumple 50 años
Quizás hoy en la cárcel de Colorado Spring, amanezca la cotidianeidad de un día más, sea otra de las duras jornadas de encierros y condenas. Pero en una celda se encontrarán la luz y la claridad del alba con las ideas y el irreductible valor para volar tan alto como las estrellas.
Sin proponérselo, Antonio Guerrero Rodríguez entró en la historia. Y hoy, a sus 50 años, florecen aún las primaveras, con el optimismo de esos que luchan toda la vida, esos imprescindibles de Berthold Brecht, y de todos los hombres buenos del mundo.
Es posible que hoy el encierro parezca más largo y la Patria y la familia más distantes para él, no obstante, sentirá el calor de millones de hombres y mujeres de todo el mundo, que estarán acompañándole como solo la solidaridad humana sabe hacerlo: compartiendo ideas, entonando canciones, recordándole que no serán las húmedas y frías paredes de un centro penitenciario las que derrumben la esperanza; no será el injustificado encierro el que ahuyente sueños y nostalgias.
Diría esta vez el apóstol: "Brazos de hermanos se han de tender a los hombres activos y sinceros, que son la única crítica eficaz y la única honrosa en las sociedades que padecen escasez de verdad y de energía."
Así, por esta vez y como en tantas otras, todos los hombres justos del planeta estaremos distantes pero cercanos y toda la justicia del mundo se levantará para apoyarle, para con voz firme repetir que volverá, que llegará el día de retornar a puerto seguro.
Antonio Guerrero Rodríguez, en tu sencillez viene la grandeza, tu ejemplo en el valor y el sacrificio se resume en cinco letras: HÉROE .
Y mientras unos se preparan para dividir, para intrigar, para llevarse la tajada más sustanciosa con el pico del águila ladrona, otros se disponen a recibir el homenaje merecido por la honradez en el trato y el respeto a la libertad ajena, porque, como dijera Martí: “…los hombres van en dos bandos, los que aman y fundan, los que odian y deshacen…”
Tony, tú eres de los del primer bando, y aunque en esa prisión, en la que estás injustamente condenado, amanezca todo igual, estarás muy presente en el corazón de los muchos miles que te acompañarán hoy y siempre hasta el día luminoso del regreso a la Patria. (Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz)