Registrados casi ocho millones y medio de votantes cubanos

La Habana, 24 abr. – Ocho millones 468 mil 144 cubanos están convocados a los comicios que elegirán los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular (gobiernos locales) cuando faltan horas para ese ejercicio democrático.

La presidenta de la Comisión Electoral Nacional (CEN), Ana María Mari, explicó que esa será la cifra oficial de votantes en el momento del comienzo de los sufragios pasado mañana a las 7:00 hora local.

Éstos tendrán segunda vuelta el siguiente domingo 2 de mayo en aquellas circunscripciones donde ninguno de los 34 mil 776 candidatos nominados obtenga más del 50 por ciento de los votos válidos emitidos.

De esa cantera saldrán los 15 mil 93 delegados a la referida instancia, quienes tras ser seleccionados en las urnas permanecerán en sus cargos durante dos años y medio sin recibir remuneración alguna.

Según datos oficiales, tres de cada cuatro hombres o mujeres escogidos para aparecer en las boletas tienen hasta 50 años de edad, cifra muy superior al 53,9 por ciento que representa ese grupo etario en la sociedad de la mayor de las Antillas.

A juicio de autoridades, para llegar a dicho número de electores se realizó un minucioso proceso de compatibilización y revisión con el concurso de las oficinas del Carné de Identidad y el Registro de Población, y las organizaciones de masas en la comunidad.

Nuestro Registro de Electores se distingue de otros a nivel internacional por ser de oficio, público y permanente, destacó recientemente el vicepresidente de la CEN, Rubén Pérez.

Resaltó que cada cubano a los 16 años es inscrito automáticamente para ejercer el voto, un derecho constitucional, y tiene acceso a consultar el listado, cuya actualización ocurre de manera periódica.

En opinión del presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, todo el proceso eleccionario tiene que llevarse a cabo con rigor, sistematicidad, y espíritu crítico y creador como ha convocado el jefe de Estado Raúl Castro.

Tal estilo, consideró, debe guiar la conducta de los revolucionarios en todo momento, y especialmente en actividades de importancia decisiva para el fortalecimiento de la institucionalización en este país antillano.(PL)