Santacruceño integra primer destacamento de las Milicias Nacionales Revolucionarias
Santa Cruz del Sur, 16 abr.- Al constituirse las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) el 26 de octubre de 1959 en Cuba, en la localidad de Santa Cruz del Sur cientos de jóvenes se incorporaron a la estratégica fuerza popular. Entre los que se situaron en la primera fila estuvo Manuel Cañete Nápoles (Manolito).
“Fuimos hasta el centro escolar José Martí. Allí se nos tomó el nombre a todos los presentes. Comenzaron enseguida las preparaciones militares de rigor. Luego fuimos integrados a compañías de milicianos para participar en la lucha contra bandidos”, recordó.
Una de las compañías seleccionadas para ir hacia la zona de Amancio Rodríguez, actual municipio de la provincia de las Tunas, fue la que se encontraba Cañete Nápoles. “En el campamento Félix L. Pena nos concentraron a Mil 100 hombres. Fuimos comandados por el entonces Capitán Lázaro Vázquez”, señaló.
En ese sitio continuaron los entrenamientos, aún más fuertes, dirigidos por experimentados instructores de las MNR. Días después los uniformados salieron a cumplir las misiones encomendadas por la jefatura, con indicaciones que se mantuvieran vigilantes.
“A los santacruceños nos ubicaron en El Habanero, sitio de la costa sur de Amancio Rodríguez, donde podría producirse un desembarco del enemigo. No se produjo entrada alguna pero recorrimos palmo a palmo los montes de Imías y otros lugares.
Cumplimos las órdenes de Lázaro Vázquez de hacer los refugios subterráneos. No tuvimos enfrentamiento con alzados, pero sí estábamos preparados para meterle plomo si nos tropezábamos con ellos”, manifestó.
Manuel Cañete Nápoles como los demás jóvenes milicianos cumplió cada misión con la valentía propia de los revolucionarios, decididos a perder la vida antes que volver a ser neocolonia de los Estados Unidos de norte América.”Por eso nos mantuvimos movilizados cuando la invasión mercenaria por Playa Girón y la crisis de octubre por toda la franja costera de Santa Cruz del Sur”, indicó.
