Ecuador y la cuenta regresiva del juicio político a Lasso
Cada uno de los 137 asambleístas tiene derecho a intervenir durante 10 minutos para pronunciar su opinión acerca del proceso que podría conllevar a la destitución del mandatario por la acusaciones de peculado.
El jefe de Estado acudió este martes al Parlamento a intentar defenderse durante una intervención en la cual prefirió acusar a sus interpelantes y apelar a la estabilidad antes que demostrar con pruebas su tan proclamada inocencia.
Solamente se refirió a ese tema en el inicio de su discurso, cuando descartó la existencia de un contrato sobre el transporte petrolero con irregularidades y firmado durante su mandato.
Lasso tenía tres horas para defenderse y una hora para la réplica, pero habló sólo 50 minutos y muchos criticaron su exposición por centrarse en hablar de supuestos logros de su Gobierno, como si fuera un informe a la nación.
¿De qué país habla el banquero? Me encantaría irme a vivir allá, declaró el sociólogo Agustín Burbano en alusión a las cifras sobre empleo, salud, vivienda que el mandatario mencionó.
“El país decente desprecia tus mentiras. Tu papel político es perverso para la gente. Tu filosofía neoliberal descarta la vida humana. Y tu recompra de la presidencia no puede legitimar el comerciar con legisladores sin escrúpulos”, comentó la socióloga Carol Murillo.
El gobernante, que según las encuestas, es rechazado por el 80 por ciento de la ciudadanía, es el primer presidente en la historia democrática de Ecuador en enfrentar un juicio político.
La asambleísta Viviana Veloz, una de las interpelantes, expuso argumentos para probar que el gobernante sabía de las irregularidades en un contrato entre la estatal Flota Petrolera Ecuatoriana y la empresa Amazonas Tanker, convenio prorrogado durante su mandato.
El presidente Lasso no se rodeó en las petroleras de gente honesta como anunciaba en entrevistas, y eso viabilizó la estructura de corrupción, indicó Veloz, quien presentó a sus colegas parlamentarios documentos y videos para demostrar la acusación.
Mientras en la Asamblea prosiguen las discusiones, existe incertidumbre sobre el resultado del juicio político, promovido principalmente por las bancadas de la alianza correísta (del expresidente Rafael Correa) Unión por la Esperanza, que integra a los miembros de la Revolución Ciudadana y el Partido Social Cristiano.
Ni la oposición ni el oficialismo confirman tener los votos necesarios para destituir (92) o salvar (45) al presidente y la decisión de hacia qué lado se inclinaría la balanza parece estar en manos de los bloques de Pachakutik e Izquierda Democrática, divididos internamente.
La cuenta regresiva para definir el futuro de Lasso y del país está en marcha y en este punto hay tres escenarios posibles: la destitución del presidente, su permanencia en el cargo, o la muerte cruzada, esta última en manos del mandatario.
(Tomado de Prensa Latina)