Cubano Cimafunk en EE.UU.: disfrute total sobre el escenario
Washington, 13 ene.- La energía contagiosa que solo la música puede transmitir se apoderó hoy del Union Stage de la capital estadounidense, donde el cubano Cimafunk demostró nuevamente por qué es una sensación dentro y fuera de su país.
Menos de un año después de presentarse en Washington D.C. -en marzo y abril de 2019-, el popular artista regresó por todo lo alto y confirmó que el gran éxito alcanzado con su disco Terapia (2017) no fue para nada efímero. Los cientos de personas que asistieron al centro nocturno capitalino para disfrutar de una nueva presentación de Cimafunk y su banda no tuvieron reposo durante la hora y media de duración del concierto, que comenzó cerca de la medianoche de sábado a domingo.
En diálogo con Prensa Latina poco antes de su actuación, el compositor destacó que un elemento clave para el desempeño en el escenario es disfrutar del trabajo que se hace.
No todo el mundo tiene la posibilidad de vivir de lo que le gusta, y yo gozo lo que estoy haciendo, estoy feliz, así me subo al escenario, y eso se transmite al público, no es algo que se consiga con un guion, es un momento de energía y felicidad, y se logra ese tipo de conexión, explicó sobre la empatía que consigue con quienes acuden a sus conciertos.
Ese disfrute que destila Cimafunk en sus espectáculos y que sobresalió en el Union Stage quizás sea la clave de la comunicación lograda con un público en el que latinos y estadounidenses por igual se movieron con su pegajosa fusión, la cual combina los ritmos afrocubanos con géneros como el funk y el blues.
Todas las canciones son diferentes a la hora de hacerlas en vivo, ningún concierto se parece a otro, había adelantado Erik Alejandro Iglesias Rodríguez, el nombre con el que nació Cimafunk en la occidental provincia cubana de Pinar del Río en 1989.
Así sucedió en la presentación en Washington D.C., donde los asistentes se deleitaron y bailaron con temas no incluidos en Terapia como Se acabó, Apretao, La papa y Cocinarte, y corearon éxitos de esa producción discográfica como Paciente y Me voy.
Gran alboroto provocó también en la audiencia la interpretación de otra de las canciones más conocidas de ese álbum, Ponte pa’ lo tuyo, en la cual Cimafunk invitó a los presentes a seguirlo en un coro pegadizo.
Como era de esperar en una madrugada en la que las energías parecían no acabarse, tras la prolongada despedida con Me voy, el público demandó nuevamente la presencia del artista en el escenario, y el cantante al que la revista estadounidense Billboard recomendó escuchar en 2019 regresó gustoso para regalar una versión de su tema Alabao.
Una vez más este showman, dueño de una estética distintiva y de una poderosa presencia, logró hacer de la música la mejor terapia para unir y motivar, más allá de geografías, idiomas o culturas diferentes. (Prensa Latina)