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Ciencia y filatelia, feliz conjunción

Ciencia y filatelia, feliz conjunción
Quienes gustan de las Ciencias y también de la Filatelia se sentirán de plácemes al visitar por estos días el Museo Nacional de Historia Natural, en La Habana Vieja, a un costado de la Plaza de Armas.

La razón es que allí se ha dedicado un significativo espacio a la Filatelia cubana y reflejado en colecciones dedicadas a prestigiosos investigadores como Gundlach, Alejandro de Humboldt y Felipe Poey y Aloy.

Este último, una figura cimera de la historia de la ciencia, no solo de Cuba, es autor de una obra monumental y trascendente: Ictiología cubana, trabajo al que consagró cerca de setenta años, y que le valió la Cruz de Caballero del León Neerlandés, así como diplomas de reconocimiento de diversas sociedades científicas de Londres, Filadelfia y Nueva York.

Desde el punto de vista filatélico, el investigador nacido en La Habana el 26 de mayo de 1799, graduado de Derecho en España – no era su verdadera vocación, y en la práctica nunca ejerció como abogado- ha aparecido, hasta la fecha, en varias emisiones postales, las cuales pueden apreciar ahora los visitantes al museo.

Entre ellas se encuentran la realizada en 1999 con motivo del 200 aniversario de su natalicio. Compuesta por cuatro sellos y una hoja bloque, presenta especies marinas estudiadas y descritas por Poey como las conocidas vulgarmente como vaca dorada (Hypoplectrus gummigutta) y la vaca bicolor (Hypoplectrus guttavarius).

La primera, por lo general, se halla a mayor que otros de su misma especie. Puede ser común en áreas localizadas, ocasionalmente en el Caribe noroccidental incluyendo Cuba, y no tan común en Bahamas y el sur de la Florida; mientras la segunda nada en áreas de arrecifes, cerca del fondo.

Hasta el momento la emisión más hermosa de las que se ha dedicado al prestigioso científico fue la primera, realizada por la Administración postal cubana, puesta a circular el 26 de septiembre de 1958 e integrada por once piezas.

Diseñada por Vedasto Acosta y Eladio Rivadulla, también cuenta con cuatro especies de peces: rabiche, guajacón, Jacome y añil, además de la portada de Memorias sobre la Historia Natural de la Isla de Cuba, una acuciosa investigación que constituye obligado material de consulta para los estudiosos.

“Las ciencias constituyen fuente inagotable de felicidad, ellas arrastran con mágico encanto”. Eso expresó Poey y quienes aman la Ciencia y la Filatelia hallarán en el Museo Nacional de Historia Natural una buena oportunidad de disfrutar y aprender.
(Por: Lucía Sanz Araujo/ Tomado de Radio Rebelde)