26 Julio

Las huellas del Moncada en Marta Lazo

El asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes pasó a la Historia como la acción heroica que trazó el camino hacia la plena libertad e independencia de Cuba.

Solo del municipio de Artemisa, en la joven provincia que hoy lleva igual nombre, 28 jóvenes participaron en aquella gesta del 26 de julio de 1953; similar número de familias que, como los bisoños, vivieron instantes inolvidables.

A casi seis décadas del hecho, Marta Lazo, hermana del moncadista Mario Lazo, fallecido hace más de tres años, testimonia las huellas dejadas en ella por aquella valerosa gesta.

“Mi hermano tenía 30 años, y aportaba mucho en el sostén familiar. Nunca imaginamos que estaba ligado a esas actividades, aunque si salía muy frecuente con los demás amigos del barrio, entre ellos Rosendo Menéndez, Tomás Álvarez Breto, Ramón Pez Ferro y Ramiro Valdés.

“Recuerdo que casi todos los domingos decían que iban a pescar, pero regresaban sin pescados y muy sucios. Al parecer, eran las prácticas de tiro y otros preparativos que realizaban comandados por Fidel.

“El 24 de julio, día de la partida desde Artemisa, más o menos a las cuatro de la tarde, fueron a buscarlo unos amigos de La Matilde, Consejo Popular donde vivimos. Antes de irse, le dio a nuestra madre cinco pesos para los días en que él no iba a estar”.

“El propio 26, en horas de la mañana, la radio informaba que un grupo de revoltosos había asaltado al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, y entonces nos dimos cuenta de la ausencia de muchos jóvenes de por acá, y así comenzamos a atar cabos.

“Pasaron semanas, días terribles… fue entonces cuando escuchamos noticias más exactas, nombres de los caídos en la acción; se enlutaban familias cubanas, en particular, 17 artemiseñas, pero el de mi hermano no aparecía, era mucha la incertidumbre.

“No hubo consuelo -prosigue Marta- hasta que el padre de Ramiro fue hasta Santiago de Cuba, con la lista de los nombres de los muchachos ausentes; mes y medio después, supimos que estaba vivo, nada más.

“Cuando pudo, como cuatro meses después, nos envió de puño y letra una sencilla nota, palabras de esperanza y aliento, en especial para mi mamá, quien no dejaba de llorar.

“Tras el triunfo de la Revolución, siempre se mantuvo activo, trabajando en el Departamento Ideológico del Comité Central del Partido; le motivaba escribir acerca de las interioridades del hecho, de los asaltantes.

“Fue de los que impulsó la construcción del Mausoleo a los Mártires de Artemisa, donde reposan los restos de 20 de los asaltantes (17 de ellos caídos el propio 26 de julio), y él los acompañará en 2013, al conmemorarse el aniversario 60 de la epopéyica gesta.

"Ahora -concluye Marta- nos queda multiplicar su ejemplo, para que las huellas de dolor y sangre se conviertan en nuevas victorias, sobre todo, porque cada día hacemos nuestra aquella idea de Fidel: ‘Mis compañeros no están ni olvidados, ni muertos, viven hoy más que nunca’”. (Por Yudaisis Moreno Benítez, AIN)