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Madera plástica: solución viable para la sustitución de importaciones

A partir de la inventiva de los ingenieros Pavel Sánchez Zequera y Yoel Torres Hernández surgió en el 2014 el proyecto Ecomadera Cubana gestado en la cooperativa no agropecuaria La Esperanza en la provincia de Sancti Spirítus. Allí se dieron los primeros pasos en la creación de la llamada madera plástica que hoy constituye una solución viable para la reutilización de los desechos plásticos que no procesa la industria nacional de reciclaje.

La obtención de madera plástica tiene un impacto significativo en la protección medio ambiental y en la sustitución de importaciones al país. El plástico demora muchos años en degradarse por lo que constituye una fuente considerable de contaminación y el producto sustituye la madera natural a partir del reciclaje de los residuos sólidos urbanos, explico Pavel Sánchez Zequera, y “Cuba es de los pocos países que crece en su área forestal porque la protege y para eso tiene que importar madera de otros países” añadió el ingeniero.

El también cuentapropista Sánchez Zequera opinó, “Hoy Cuba tiene planes ambiciosos en inversiones pero no cuenta con recursos financieros para ejecutarla. Creo que la madera plástica contribuirá a la sustitución de importaciones porque es un producto que se genera en la Isla donde la tecnología empleada es creada por artesanos. Es un producto 100% cubano” y destacó lo costoso del mismo en el mercado internacional.

Madera plástica: solución viable para la sustitución de importaciones

El proyecto se ha ido fortaleciendo con el paso de los años, uno de sus coordinadores, Yoel Torres Hernández explica que en sus inicios se comenzó con una incipiente producción de 14 toneladas anuales y en mayo de 2019 se alcanzaron 112 toneladas, cifra que al cierre del presente año podría llegar a 400 toneladas.

Torres Hernández añade que para lograr un mayor reconocimiento de las prestaciones del producto se logró su certificación por el Laboratorio de Ensayos de Tropicalización LABET, centro de referencia internacional, con más de tres décadas de creado y único de su tipo en el país.

El proyecto Ecomadera Cubana ha logrado consolidar un encadenamiento productivo tanto con la empresa estatal socialista como cooperativas no agropecuarias vinculadas al sector de la construcción tales como SerConst y Adoquín, ambas de la capital. También se insertan en el proyecto las cooperativas Ccoral, Arte tres (A3) y Sancof ubicadas en la provincia de Matanzas.

Ecomadera Cubana propone una economía circular que logra el encadenamiento productivo desde la recogida de la materia prima hasta la comercialización del producto terminado. Materia Prima se encarga de recolectar y clasificar los desechos sólidos urbanos para después procesarlo en la industria y obtener la madera plástica (un producto primario), que las cooperativas no agropecuarias utilizaran para la creación de productos que se comercializan en diferentes sectores de la economía.

Madera plástica: solución viable para la sustitución de importaciones

La directora de Productos No Metálicos-No Ferrosos, del Grupo Empresarial de Reciclaje, Isabel Alfonso González-Abreu explicó que a pesar de la divulgación y exigencias en el cumplimiento de la Ley 1288, aún se desperdician recursos útiles para la economía y añadió que el plástico es un producto mucho más complejo en el proceso de recuperación, teniendo en cuenta que ocupa mucho volumen y poco peso, además de su difícil clasificación.

“Esta alianza con el sector no estatal logra elevar los volúmenes de recuperación de desechos reciclables y la industrialización de los procesos, elevando así el valor agregado de los productos entregados (triturados). También se maximiza el uso de estos recursos por la industria nacional, teniendo en cuenta que consume desechos plásticos que anteriormente no tenían mercado por los clientes habituales”, indicó González-Abreu.

“La cooperativa A3 del Ministerio de Industrias construye mobiliario urbano: sillas, mesas, cestos, bancos. Y el sector de la construcción lo emplea para: encofrados, muelles, pasarelas e incluso construcciones modulares en lugares turísticos como pequeñas cabañas, kioscos, cabinas y escenarios para los artistas”, indicó Sánchez Zequera.

Cuba es el único país de Centro América y el Caribe que reutiliza el 100% de todos los tipos de plásticos existentes. Algo que hasta el momento no ha sido posible en países punteros como México, Colombia y otros como Ecuador, Costa Rica o República Dominicana, todos con experiencias en la obtención de madera plástica reciclada.

Madera plástica: solución viable para la sustitución de importaciones

La composición I+D de este proyecto desarrolla un proceso continuo de investigación, señaló el ingeniero Pavel Sánchez Zequera, “Trabajamos otros tipos de perfiles y mezclas asociados a mejorar la calidad de la madera plástica” y mencionó que la cooperativa Adoquín despliega un proyecto interesante de construcción de viviendas plásticas que en los próximos años se podrá hacer realidad.

Otros desperdicios que están en fase de prueba son el papel, el vidrio y la goma. Con el papel reciclado se puede construir paneleria (muy cara en el mercado internacional) que sustituiría el pladur, y el plycem (usado en interiores) y con las gomas se pueden diseñar mantas para los instalaciones deportivas. Otras de las líneas de investigaciones es el reciclaje del envase Tetra Pak como los usados por la empresa de Alimentos y Bebidas La Estancia S.A.

Ecomadera Cubana avanza con pasos firmes en la consolidación de sus objetivos, con experiencias prácticas que demuestran su rentabilidad y alcance nacional. El proyecto tiene grandes potencialidades y pretende multiplicar sus experiencias a todo el país, demostrando así que en Cuba se pueden hacer cosas interesantes partiendo de nuestro propio ingenio.

Ecomadera Cubana avanza en la consolidación de sus objetivos y contribuye a la protección del medio ambiente, a la sustitución de importaciones, crea un reglón exportable y marca pautas en el señalado encadenamiento productivo. Es un proyecto de estos tiempos, justo lo que se necesita para hacer un socialismo próspero y sostenible, que promueve nuestro gobierno y que incide directamente en la calidad de vida de los cubanos.

Una y otra vez el gobierno cubano insiste en la necesidad de la sustitución de importaciones, de potenciar el encadenamiento productivo, de apostar por las exportaciones y dar seguimiento a la implementación de la Tarea Vida. El proyecto Ecomadera Cubana logra conectarse al nuevo escenario económico actual con grandes potencialidades y con aspiraciones de multiplicar sus experiencias a todo el país, demostrando así que en Cuba se pueden crear grandes proyectos partiendo de nuestro propio ingenio.