Gobierno peruano quiere disolver central indígena amazónica

Gobierno peruano quiere disolver central indígena amazónica Lima, 24 oct.- La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) se declaró este viernes en emergencia contra el intento del gobierno de disolverla pese a que es la mayor central indígena de la Amazonía de este país.

Al mismo tiempo, el conocido experto en temas amazónicos Roger Rumrril y el director del diario La Primera, César Lévano, se sumaron al rechazo nativo al pedido formal de disolución de esa organización, presentado por la procuradora del Ministerio de Justicia, María del Carmen Rivera.

Ambos analistas coincidieron en manifestar extrañeza por la actitud del gobierno, teniendo en cuenta que el ejecutivo mantiene un diálogo abierto con AIDESEP para solucionar temas pendientes de la gran protesta indígena de casi dos meses, que en junio último terminó con 34 muertos.

Esa asociación convocó a una reunión urgente de líderes comunales indígenas para tomar decisiones frente al pedido gubernamental, presentado al Ministerio Público y criticó al gobierno por continuar así la represión y persecución de los originarios mientras promete cesarla en el diálogo.

El secretario de organización de AIDESEP, Saúl Puerta, advirtió que la desconfianza crece en las mil 350 comunidades que integran la asociación, nucleadas en 65 federaciones y ocho centrales regionales.

La pretendida disolución se suma, dijo, a la continuación de juicios contra 89 dirigentes nativos, por los sucesos de junio, pese a compromisos oficiales de poner fin a las causas en aras de la reconciliación buscada en el diálogo.

Para la disolución el gobierno alega que esa organización no gubernamental no ha cumplido los fines para los que fue creada y a los que está obligada por la legislación referida a esas agrupaciones.

Puerta replicó que los únicos que pueden decidir si la asociación cumple o no sus objetivos son los indígenas, que se mantienen firmes y unidos en AIDESEP, fundada en 1980.

El dirigente que recientemente retornó de Nicaragua tras cuatro meses de asilo, al igual que su hermano Cervando y el líder de la institución, Alberto Pizango, quien sigue en el exilio por persistir una orden para capturarlo.

Según el periodista Lévano, el gobierno, en vez de contribuir al diálogo y la paz, ha elegido la provocación. "Olvida la antigua advertencia: el que siembra vientos, cosecha tempestades", advirtió. (PL)