Condecora Consejo de Estado de Cuba a activista norteamericano por Los Cinco

La Habana, 23 abr.- Walter Tillow, destacado activista norteamericano del movimiento de solidaridad con la mayor de las Antillas, y especial con la causa de Los Cinco, recibió en esta capital la Medalla de la Amistad, que otorga el Consejo de Estado.

Ramón Labañino, uno de esos luchadores antiterroristas, le impuso la alta condecoración en sencilla ceremonia a la que asistieron sus hermanos de lucha Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y René González, todos Héroes de la República de Cuba, familiares suyos y representantes del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).

Kenia Serrano, presidenta del ICAP, señaló que la ayuda de Tillow y su esposa fue determinante en la atención a los familiares de Ramón cuando viajaban a Kentucky a visitarlo en prisión, además de hacer lo mismo con la de Fernando, y de organizar acciones para que se les otorgara el visado a Adriana Pérez y Olga Salanueva, esposas de Gerardo y René, respectivamente.

Subrayó que la actitud de este activista, miembro del Partido Comunista de Estados Unidos e integrante de la Caravana de Pastores por la Paz, refleja lo mejor del pueblo norteamericano y del ser humano, y precisó que se mantiene activo en la batalla contra el bloqueo y la ilegal Base Naval de Guantánamo.

En emotivas palabras Ramón contó que en una ocasión Walter le expresó que aunque no sabía cuánto duraría la pesadilla del injusto encierro en cárceles de su país, sí estaba seguro de que él siempre estaría presente en esta batalla por la liberación de los Cinco.

Fue para mí como un padre, un consejero, un amigo, acotó el Héroe de la República, para afirmar también que el homenajeado “simboliza a ese pueblo norteamericano trabajador, afectivo y humano capaz de estrechar lazos con el nuestro y de acabar con los poderes más descomunales de la humanidad en aras de poner fin a la injusticia”.

Por su parte, el activista estadounidense calificó a Los Cinco como personas extraordinarias, que representan lo mejor de las tradiciones de los cubanos, por su firmeza, coraje, nobleza de espíritu y hasta sentido del humor.

Cuando fuimos llamados para ayudar a la familia de Ramón no dudamos un momento, dijo y afirmó que cientos de miles de compatriotas suyos también hubiesen estado dispuestos a cooperar en esta causa si hubieran sido llamados.

Walter recordó “su modesta contribución” para que desde la prisión Tony pudiera pintar sus acuarelas, esas que hoy día se exhiben en el Museo de Bellas Artes en La Habana, de enviarle libros a Fernando, y de que Ramón pudiera prologar un libro, para concluir:” Hoy hemos recibido mucho más en comparación con todo lo que pudimos darles a ustedes”. (AIN) (Foto: Ismael Batista/ Granma)