Campesino camagüeyano advierte consecuencias de un conflicto nuclear para la humanidad

Campesino camagüeyano advierte consecuencias de un conflicto nuclear para la humanidadCamagüey, 6 sep.- Abilio Conde Rojas, el campesino cubano que más leche vende al Estado, expresó su contrariedad por las consecuencias de un conflicto nuclear que dejaría a la humanidad sin ese alimento.

La ocurrencia de una guerra nuclear, como lo alerta el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro, llevaría a la humanidad a pérdidas incalculables, entre ellas millones de vidas humanas, además de daños en la agricultura y en la fauna.

Los científicos dicen que por las bombas atómicas se crearía una nube de polvo, la cual taparía los rayos del Sol y con ello no habría plantas, se acabaría la agricultura, expresó Conde Rojas, quien en los últimos años aumenta constantemente la comercialización con entidades estatales.

Sería una catástrofe total, se acabaría la hierba y: ¿de qué vivirían las vacas?, pues hasta el agua estaría contaminada, manifestó.

Este productor vendió 383 mil litros de leche el año anterior a entidades de Comercio y de la Industria Alimenticia, las cuales la distribuyen subsidiada a niños, gestantes, enfermos y ancianos, y a hospitales y círculos infantiles.

Perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios  José Antonio Echeverría, la finca “Santa Beatriz”, de Conde, tiene una superficie de 67 hectáreas (cinco caballerías) y de ellas dedica ocho cuartones de pastos a la rotación y un terreno a la hierba forrajera king grass y caña de azúcar, para los animales en la estación seca.

El ganadero, en lo que va del 2010, ya destinó al Estado unos 160 mil litros, a pesar de los severos efectos de la sequía de fines del año pasado y parte del actual.

Si la vaca no tiene qué comer y le falta agua, pues no habrá leche para los niños y los enfermos que tanto la necesitan, expresó el campesino.

De acuerdo con los cálculos, la finca de Conde destinará al Estado unos 270 mil litros, el cual sería superior a lo planificado.

Si no fuera por la sequía ya tuviera 200 mil, consideró. (Lucilo Tejera Díaz/ AIN).