Mártires santacruceños, ni olvidados ni muertos
Los santacruceños a la vuelta de 52 años volvieron a rendir homenaje a los jóvenes mártires, que en peligrosa misión perdieron sus vidas el 5 de agosto de 1958, al tratar de asestarle un nuevo golpe a la dictadura de Fulgencio Batista.
Jacinto González Jiménez, Wualdemar Díaz de la Rosa, José Chelala Chelala, Jorge Oquendo Tamayo y Orestes Gallardo Ceruto, emprendieron bajo órdenes bien estrictas la peligrosa tarea, conformando un comando del Movimiento 26 de Julio.
Todos eran integrantes de un grupo guerrillero que ya operaba por el sur del territorio camagüeyano, liderado por Enrique La Guardia y Julita Guevara.
Estos rebeldes habían realizado varios hechos, dándose a conocer en la zona, uno de estos, fue la quema de una decena de vehículos en las cercanías del puente Santa Cecilia, a escasos kilómetros de esta cabecera.
Lograr el total dominio del tren que transitaba de Camagüey a Santa Cruz del Sur, era el propósito de Jacinto, Wualdemar, José, Jorge y Orestes. La intención, sorprender a los custodios que venían en uno de los coches. Estos guardias rurales permanecían fuertemente armados.
El plan en concreto era incendiar el tren, que este, pasara a toda velocidad con todos sus coches envueltos en llamas, por delante del cuartel de los sicarios y cayera al mar. Con anticipación habrían bajado a todos los pasajeros, la tripulación y los prisioneros.
El sarcasmo del destino tronchó el objetivo, uno de los militares reconoció a Chelala, y sin titubeos le disparó a quemarropa. El tiroteo tenía su mayor peso en el enemigo, habían reforzado la vigilancia. Sólo Gallardo Ceruto salvó la vida al lanzarse hacia un marabusal, causándose múltiples heridas, quedando en mal estado físico.
El olor a pólvora, sangre y muerte, apresaba el itinerario del poblado Cuatro Compañeros a esta localidad. Las fieras repletaron aún más sus cananas de balas, cargaron sus armas y salieron a matar…pero el Primero de Enero de 1959 le dio la vida libertaria a Cuba.
Al dirigirse a los combatientes y familiares de los caídos por el deber, presentes en el significativo acto, Rafael Frómeta Herrera, funcionario en la Dirección Municipal de la Asociación de Combatientes, destacó el ejemplo eterno de esos hombres, que como tantos otros cayeron por obtener la independencia que hace más de 50 años tenemos.
Como dijera Martí "Patria es Humanidad". Ellos no están ni olvidados ni muertos, siguen viviendo en el corazón del pueblo.
Santiago Santacruz
Cortesía para Radio Santa Cruz