XXIV Cumbre del ALBA-TCP une a Nuestra América en Caracas
Caracas, 15 dic.- A 20 años de que Fidel y Chávez sellaron con un abrazo el nacimiento del ALBA-TCP, “proceso emancipador que el tiempo ha ido transformando en abrazo de nuestros pueblos”, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, significó este sábado en la XXIV Cumbre de la Alianza que “siempre es grato y emocionante estar en estos sitios sagrados con los amigos y hermanos del ALBA, celebrando un momento trascendente de la historia común”.
“Hoy vuelve a juntarnos una Cumbre del ALBA-TCP, hito en la batalla por la unidad de Nuestra América y en defensa de la justicia social por un mundo mejor posible que todos anhelamos. Ni una sola vez hemos faltado a la cita, como no faltaremos jamás a la causa de la integración americana que tantos sueños y proyectos tienen pendientes. Este encuentro no deja de emocionarnos”, apuntó el mandatario cubano en Caracas.
En sus palabras, Díaz-Canel transmitió a la delegación de Palestina la solidaridad de Cuba, esa que cada día ofrecemos a los cientos de estudiantes palestinos que están en nuestro país.
Dijo luego que de esos sueños que Fidel y Chávez concretaron, corresponde a quienes seguimos sus pasos impulsar y concretarlos ahora cuando no son menos desafiantes los tiempos para nuestras naciones. El camino no ha sido fácil, la férrea voluntad de cada uno de nosotros de ver avanzar al ALBA-TCP fue lo que permitió consolidar la Alianza en un proceso de integración inclusivo que se distingue por la coordinación de acciones y poner siempre en el centro de las decisiones el bienestar, el desarrollo y la prosperidad de los pueblos, consideró.
Las amenazas a la seguridad y la estabilidad de varios de nuestros países han dado lugar a numerosos encuentros de la Alianza este año para intercambiar sobre el complejo escenario que enfrentamos. Como advirtió el General de Ejército Raúl Castro Ruz en la XV Cumbre del ALBA-TCP estamos en una etapa crucial de nuestra historia en la que un retroceso a escala regional tendría impactos muy negativos para nuestros pueblos, abundó.
Hoy el sistema de relaciones internacionales sufre los desbalances de un orden injusto, desigual y excluyente, somos testigos de la promoción de discursos de odio y violencia, testigos del regreso a viejos pero no superados mecanismos de dominación imperialista, subrayó.
A los intentos de golpe de Estado y persecución a figuras políticas de izquierda y progresistas, se suma hoy una feroz maquinaria comunicacional dirigida a sembrar el terror y la mentira. La doctrina Monroe y el Destino manifiesto están más vigentes que nunca en América Latina y el Caribe. El imperialismo y las oligarquías no ha renunciado jamás al objetivo perverso de dividir a nuestros pueblos y socavar el avance de la integración latinoamericana y caribeña. Ignoran el derecho internacional y las más elementales normas de convivencia a través de la imposición de la fuerza, el unilateralismo y el chantaje, denunció el Presidente cubano.
Se impone una profunda reforma del orden internacional actual para que prevalezcan la solidaridad y la cooperación por encima de las diferencias. Resulta impostergable recobrar el multilateralismo para avanzar hacia un nuevo orden en el que los países del sur participen en igualdad en la toma de decisiones. Cese la filosofía del despojo y cesará la filosofía de la guerra, como dijo Fidel en uno de sus históricos discursos en Naciones Unidas.
El colonialismo, el neocolonialismo, el creciente fascismo y cualquier otra manifestación que amenace la paz y la seguridad internacionales, brotan de ese afán de posesión y control, del intento permanente de despojar a otros de sus tierras, sus bienes y hasta de sus vidas, comentó.
Llamó a cerrar la brecha que hoy separa al norte del sur y se brinde un tratamiento justo a los países en desarrollo en el proceso de toma de decisiones y el acceso a fuentes de financiamiento.
Instó a respetar la libre determinación de los pueblos, el rechazo a la amenaza y el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado.
Ratificamos además la absoluta relevancia de la Proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz en la que patentizamos el compromiso de desterrar para siempre de la región la amenaza y el uso de la fuerza.
Los dramáticos acontecimientos registrados en Siria forman que provocaron un cambio de poder en esa nación árabe, forman parte parte de una peligrosa y arriesgada remodelación de Oriente Medio al servicio de los intereses de Estados Unidos, Israel y occidente, y hacemos un llamado a preservar la integridad territorial de Siria y la unidad de su pueblo, dijo.
Consideró alarmante la aplicación de medidas coercitivas unilaterales a países que no se someten a la hegemonía imperial. Violan el principio de no injerencia en los asuntos internos y entorpecen los esfuerzos de las naciones en la promoción del pleno disfrute de los derechos humanos.
Una vez más demandamos la eliminación completa, inmediata e incondicional de todas las medidas coercitivas unilaterales, un histórico reclamo de la comunidad internacional plasmado en las resoluciones de la ONU y en numerosas declaraciones del MNOAL, el Grupo de los 77 y China y el Grupo de amigos en defensa de la carta de Naciones Unidas.
A Cuba se le impone por el Gobierno de los Estados Unidos desde hace 62 años el sistema de medidas coercitivas unilaterales más severo y prolongado que se haya aplicado jamás contra nación alguna. Es un acto deliberado de guerra económica de un imperio poderoso contra una pequeña nación en desarrollo, constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de todas las cubanas y los cubanos, y convoca el repudio casi unánime de la comunidad internacional.
Desde 2019 el bloqueo contra Cuba ha escalado a una dimensión extrema, mucho más cruel e inhumana, que no solo se expresa en elevadísimos costos materiales y financieros, sino que agobia hasta límites insostenibles la cotidianidad de nuestra nación, la prolongación de esa política tiene un costo sicológico incalculable, impacta de forma brutal en la familia cubana, fracturándola, dividiéndola y torturándola. Y mientras ejecutan esa política, sus diseñadores y ejecutores acusan cínicamente al Gobierno cubano de dañar al pueblo con las carencias que el Gobierno norteamericano provoca.
Condenó la designación sin fundamento de la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores contra el terrorismo, del cual debe ser sacada sin más demora, una falacia que tiene un impacto asfixiante en la economía.
Agradeció el respaldo de los pueblos y gobiernos que en ese sentido se han pronunciado, y la gratitud por las muestras de solidaridad al pueblo cubano tras el impacto de los recientes fenómenos naturales.
El escenario al que se enfrenta Cuba ahora tras los sucesos recientes en Estados Unidos, dijo más adelante, no es una sorpresa, y la política de principios de la Revolución Cubana se mantiene invariable, dijo Díaz-Canel, quien reafirmó la determinación de nuestro país a defender su derecho soberano a construir un futuro propio, independiente, socialista, libre de injerencia extranjera y comprometido con la paz y la solidaridad.
Ratificamos nuestra disposición al diálogo serio y responsable, a avanzar hacia una relación constructiva y civilizada, basada en igualdad soberana, respeto mutuo, beneficio recíproco para ambos pueblos, al margen de las diferencias políticas profundas entre los gobiernos.
Reiteró la solidaridad con los países reunidos en la Cumbre que han sido víctimas de intentos de desestabilización, en particular el más firme apoyo a Venezuela, liderada por Nicolás Maduro. Le corresponde al pueblo de Bolívar y Chávez definir su futuro, aseguró. Reiteramos nuestro respaldo al Comandante Daniel Ortega Saavedra y su pueblo; al estado plurinacional de Bolivia expresamos el apoyo y la solidaridad en la defensa de su soberanía, los recursos naturales y los intentos desestabilizadores.
El Caribe tiene y tendrá siempre en Cuba a una hermana, dijo luego. Clamamos por un Puerto Rico libre y mantenemos la solidaridad con Haití, donde están los médicos cubanos.
Reiteró la enérgica demanda de un cese al fuego en los territorios palestinos ilegalmente ocupados, y condenó los ataques perpetrados por Israel contra naciones como Líbano, Siria e Irán, lo cual es posible por el apoyo que obtienen de la potencia ocupante, Estados Unidos, que actúa de forma cínica, denunció.
Díaz-Canel recordó luego que en los próximos días, la Revolución Cubana cumplirá 66 años y lo hará con la invariable disposición a enfrentar y vencer los mayores desafíos que aprendimos en la escuela de Fidel, Raúl y la heroica generación del Centenario de José Martí que nos precede. En estos 66 años, el pueblo cubano ha probado con creces que su talante mambí no ha menguado, que, como dijo el General Antonio Maceo “quien intente apoderarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre si no perece en la lucha”.
Cuba no se doblegará, como no lo hará el ALBA-TCP. Hagamos de nuestro esfuerzo y trabajo colectivo, una ALBA más fuerte y más unida, sentenció el Presidente cubano. (Texto y Foto: Cubadebate)