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Usos del árbol del nim en problemas de la piel

Popularmente se conoce le conoce como árbol del nim, margosa o nimbo de la India y lila india, pero su nombre binomial es Azadirachta indica. Por sus beneficios para la salud se le ha llamado por los significativos nombres de “farmacia de la aldea” y “árbol de los mil usos”, siendo conocido en el subcontinente indio desde los tiempos más antiguos, donde sus habitantes descubrieron muchos de sus usos terapéuticos. Se dice que incluso a los pacientes ya desahuciados se les aconsejaba que pasaran la mayor parte del día a la sombra del árbol, que comieran sus hojas tiernas en ensalada o sus hojas cocidas como verduras, así como que aliviaran la sed con infusiones hechas de distintas partes del árbol.

Esta especie pertenece a la familia de las meliláceas y es originaria de la India y de BirmaniaSolo vive en regiones tropicales y subtropicales, pero en estas zonas su cultivo se ha extendido por casi todo el mundo. Se trata de un árbol de rápido crecimiento que puede alcanzar hasta quince o veinte metros de altura, e incluso más. Tiene mucho follaje durante todo el año, pero en condiciones severas puede deshojarse casi completamente. Su ramaje es amplio, y alcanza también hasta los veinte metros de diámetro cuando ya está desarrollado.

Sobre el árbol del nim las Monografías de plantas medicinales de la OMS refieren para sus hojas los siguientes usos:

  • Usos respaldados por datos clínicos: Aplicaciones externas para el tratamiento de la tiña, aunque faltan datos de ensayos clínicos controlados.
  • Usos descritos en farmacopeas y documentos bien establecidos: Tratamiento de infecciones por gusanos y piojos, ictericia, úlceras externas, enfermedades cardiovasculares, diabetes, gingivitis, malaria, reumatismo y trastornos cutáneos. Aplicaciones externas para el tratamiento de heridas sépticas y forúnculos.
  • Usos descritos en la medicina tradicional: Tratamiento de reacciones alérgicas cutáneas, asma, hematomas, cólicos, conjuntivitis, disentería, dismenorrea, delirio febril, gota, cefalea, prurito por varicela, ictericia, cálculos renales, lepra, leucorrea, psoriasis, sarna, viruela, esguinces y dolores musculares, sífilis, fiebre amarilla, verrugas y heridas. También se utiliza como antídoto en casos de envenenamiento, como anticonceptivo, emenagogo, tónico, estomacal y vermicida.

Sin embargo, más allá de estos estos usos medicinales, hay que considerar la toxicidad de los preparados a partir de las diferentes partes del árbol del nim. Ente otros, existen reportes de muerte en niños por envenenamiento con el aceite. También los extractos de las hojas se han asociado con inhibición de la función tiroidea, fibrilación ventricular y otros trastornos del ritmo cardíaco, e incluso hasta paro cardíaco en adultos. Se dice que el nim puede provocar aumentos en los niveles de amoníaco en el cuerpo y disminuir la glicemia.

Más seguridad se ha demostrado para su uso externo, que puede extenderse a varios padecimientos dermatológicos ya comentados anteriormente. Su principal indicación es la tiña, una infección de la piel causada por hongos, que con frecuencia se presenta en forma de varios parches o lesiones al mismo tiempo. Esta enfermedad se puede transmitir de una persona a otra, ya sea por contacto directo o a través de elementos contaminados por el hongo como peines o ropa sin lavar. La tiña también se puede adquirir por mascotas. Entre los factores predisponentes para desarrollar la enfermedad se encuentra el vivir en climas cálidos o húmedos y en condiciones de hacinamiento, el uso de zapatos cerrados o ropa sintética, así como la diabetes mellitus y el uso de esteroides de tópicos.

En el caso de este padecimiento, aunque puede extenderse igual recomendación a otros problemas de la piel, se plantea el empleo de las hojas del nim, con las que se prepara una decocción, a razón de siete u ocho de estas en un litro de agua.

Dicha mezcla se pone a hervir en un recipiente tapado por hasta diez minutos y luego se enfría, se filtra y se utiliza en forma de compresas o fomentos dos o tres veces al día. También se puede preparar una decocción con dos cucharadas de corteza rallada del árbol del nim para un litro de agua y las recomendaciones serían las mismas que para las hojas.

En el caso de su uso tópico, las propias monografías de la Organización Mundial de la Salud plantean que puede provocarse dermatitis por contacto en pacientes sensibles. Debido a su potencial genotóxico tampoco se recomienda su empleo en mujeres embarazadas o que lactan, así como en niños menores de doce años.

Siempre es necesario recordar, cuando de aplicaciones externas con remedios caseros a partir de plantas medicinales se trata, la importancia de garantizar una adecuada manipulación del material vegetal y extremar en general todas las medidas higiénicas durante la elaboración del preparado. De esta forma se evita su contaminación y la posibilidad de una infección sobreañadida en la lesión a tratar.

Cumplir con estas recomendaciones garantiza de seguro un empleo adecuado del árbol del nim, en este caso para el tratamiento de enfermedades de la piel, lo cual hace de esta especie una importante aliada para el cuidado de nuestra salud… ¡desde lo natural! (Tomado de Cubadebate)