[:es]Preservar el medio ambiente, también un legado de Fidel[:]

[:es]10La Habana, 30 nov.- La entrega del Premio Iberoamericano Puente de Alcántara al pedraplén que une a Cuba con Cayo Santa María, es una de las huellas de la preocupación del Comandante en Jefe por lograr un desarrollo turístico sin dañar el entorno.

La condición es otorgada por  la Fundación San Benito de Alcántara luego del análisis de las obras constructivas, su  calidad, el cuidado del medio ambiente y  aporte económico para la nación.

Ángel Quirós Espinosa, es el biólogo marino quien dirigió el aspecto ambiental de la carretera de 48 kilómetros que con 46 viaductos asegura la llegada al polo hotelero de las ínsulas y garantiza el mantenimiento de la salud oceánica con todas sus especies.

Afirma Quirós a la ACN, que ahora, ante la desaparición física del líder histórico de la Revolución cubana,  la preocupación por el cuidado del medio ambiente implementado por Fidel, es un estilo   que continúa  en el país y permite producciones amigables en diversos sectores productivos.

Rememora que la mayor impresión que recibió al conocer al Comandante en Jefe,  fue el respeto hacia el conocimiento ajeno, su capacidad de saber escuchar con humildad, y establecer una discusión asentada y madura a partir de sus firmes decisiones.

El especialista relata los momentos de  la década del 90, del siglo anterior, cuando en Villa Clara estaba el propósito de construir ese vial, para el cual crearon un grupo multidisciplinario con arquitectos, ingenieros, especialistas en planificación física, y él tuvo la responsabilidad de actuar como geólogo marino en el empeño.

Nos dijeron que Fidel visitaría el lugar para recibir la mayor y mejor explicación posible sobre el particular, recuerda.

Explica que  cuando supo que tenía que intercambiar con el líder conocimientos sobre ecología marina, sintió temor: “Sabía que era una persona sumamente inteligente y captaba las ideas con facilidad, por lo que cambia rápidamente de un tema a otro, y temí no poder transmitir bien mis saberes”.

Cuenta el estudioso que un día muy temprano el grupo se trasladó hasta la cayería norte de la provincia y poco después aterrizó el helicóptero en el que viajaba el Comandante en Jefe.

Recuerda como si fuera hoy, que él desde el primer momento le dijo: “quiero que me des una clase sobre ecología marina para poder defender la idea del pedraplén sin cometer errores”, posibilidad que aprovechó al máximo para exponer la mayor cantidad de ideas.

Quirós narra que el mayor problema surgió cuando  Fidel rechazó la idea de construir el  vial desde Caibarién hasta cayo Fragoso, trazado que contaba con todos los análisis pertinentes y propuso Santa María.

Un poco trémulo le hizo saber al Comandante en Jefe que él no tenía datos que aportar sobre la nueva ubicación de la carretera.

En ese momento  Fidel comenzó a explicar los planes futuros del turismo en el país, las posibilidades de Cayo Santa María,  el desarrollo del turismo en la nación la calidad de las playas y otros asuntos que como Jefe de Estado dominaba a la perfección y a mí me eran ajenos, rememora.

De forma muy sencilla le planteó: “El pedraplén se va a construir como yo digo: desde Santa María a tierra firme, con las peculiaridades que usted diga para no dañar ninguna especie, así que estudie el área y luego me lo hace saber.”

Reconoce el biólogo que un nerviosismo inusual se apoderó de él. Tenía por delante un trabajo muy fuerte y debía realizarse en un mes, para que la máxima dirección del país autorizara el inicio de la colosal obra.

Quirós asegura que la efectividad de la construcción aún permanece a dos décadas de concluido, y entre los encantos que exhibe el gran vial están la apreciación a simple vista del cardumen de peces que atraviesan los arcos de los puentes y la belleza que muestran los manglares. (ACN) (Foto: Tomada de http://www.cmhw.cu )[:]