En busca de reducir los efectos del infarto cerebral agudo


La Habana, 10 mar .- El infarto cerebral agudo es la tercera causa de muerte en Cuba, después del cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Teniendo en cuenta los daños que esta enfermedad produce en el paciente un equipo multidisciplinario, donde están involucrados varios centros del Grupo Empresarial BIOCUBAFARMA, está realizando un ensayo clínico para evaluar el posible efecto neuroprotector de una formulación nasal de eritropoyetina.

Este producto, que continúa en investigación, ha mostrado en los estudios anteriores en animales que mejora el estado neurológico y funcional, disminuye el área y volumen del infarto cerebral y también los cambios histológicos asociados a la isquemia, así lo explicó a Radio Rebelde la master en ciencias Leslie Pérez Ruiz, investigadora del Centro de Inmunología Molecular (CIM).

Este ensayo clínico comenzó hace más de un año y continúa en su primera fase, donde se pretende incluir a 33 pacientes, una cifra que lamentablemente todavía no se alcanza. Para su segunda y última fase, el objetivo es que participen 194 personas.

La master Leslie Pérez Ruiz comenta que el producto debe administrarse en las primeras 8 horas después de ocurrido el infarto cerebral agudo. “Es decir el paciente tiene que haber hecho este accidente vascular, ese ictus pero yo tengo 8 horas para poder administrar el producto (…) En el infarto lo que yo quiero es tratar de inmediato esa área necrosada para evitar que las neuronas que todavía son viables no lleguen a necrosarse, es decir, no lleguen a ser tejido muerto” comenta la master Leslie Pérez Ruiz.

El ensayo tiene como sede el Hospital General Docente “Enrique Cabrera” de la capital y deben incorporarse además el Hospital Docente Clínico Quirúrgico Miguel Enríquez y el Instituto Carlos J. Finlay también de La Habana. De igual forma este ensayo clínico se ejecuta en el hospital cienfueguero Gustavo Aldereguía Lima.

Los criterios de selección son variados, entre ellos la edad superior a 19 años, que no hayan pasado las 8 horas desde el infarto y por supuesto, el consentimiento informado.

Antes de comenzar este estudio, explica la master en ciencias Leslie Pérez Ruiz se realizó un ensayo clínico fase 1 en sujetos sanos con el objetivo de evaluar la seguridad de la eritropoyetina. Los resultados comprueban que este producto tiene un buen perfil de seguridad.