Discapacidad visual no impide a costurera santacruceña realizar necesaria labor social (+ Fotos)
Santa Cruz del Sur, 6 abr.-La neumonía viral originada por el nuevo coronavirus indujo a Raquel Cañete Ruíz a darle mayor uso a la vetusta máquina de coser que tiene ubicada cerca de la ventana de uno de los cuartos de su hogar por donde entra mayor claridad durante el día.
A pesar de tener discapacidad visual en el ojo derecho provocada por hipertensión arterial severa, la jovial santacruceña decidió darse a la tarea de elaborar nasobucos.
“El primero que confeccioné, afirmó, fue para mi hija Dayamí Mayoral. En ese momento, agregó, estaba agripada”.
Luego, confesó, hizo similar pieza a sus nietos, bisnietos, y otros familiares. “Pero como mis vecinos necesitaban la mascarilla se las comencé a elaborar.
No le acepto a nadie un centavo por esto. Es para mí una ofensa que alguien me quiera pagar por fabricarle un nasobuco. Soy ante todo muy humana y revolucionaria”, manifestó la maestra jubilada de la enseñanza primaria.
Raquel recibe mucho apoyo de su esposo Enea Mayoral Echeverría en los trajines hogareños. También le ovilla el hilo a utilizar a causa de los “achaques” técnicos que presenta el mecanismo del vetusto artefacto de pedal.
El medio siglo de unión de la amorosa pareja de santacruceños prosigue fortaleciéndose sin dejar de cumplir con las medidas de prevención doméstica ni detener la realización de nasobucos.
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