A los héroes y mártires de Pino 3 y La Caobita: Gloria Eterna
Fernando Figueredo Castellanos: Amante de la Justicia
Por Lázaro David Najarro Pujol
Santa Cruz del Sur, 17 sep.- Con el juramento eterno de que los caídos en Pino 3 jamás serán olvidados los santacruceños y los cubanos todos, defenderán al precio que sea necesario, la obra por las que ellos dieron la vida, la trafica madrigada del 27 de septiembre de 1958.
Se recuerda con orgullo a Fernando Figueredo Castellanos quien se ganó el cariño de la gente sencilla y humilde como él. Era muy conocido en Macareño. Los que lo vieron nacer y crecer lo consideraban un buen muchacho, un buen hijo, un verdadero ejemplo de honestidad.
Siempre se preocupaba por la familia. Desde muy pequeño comenzó a trabajar. La Rural y algunos señores del batey lo miraban como a una persona conflictiva, por el único ‘delito’ de ser amante de la justicia. Era ‘peligroso’ para ellos porque se oponía a la tiranía de Batista, a un gobierno que había llegado al poder ilegalmente, a través de un golpe militar. Llegó el momento y Fernando tuvo que abandonar su querido hogar en Macareño. La familia pensaba que el muchacho había marchado a Bayamo y de ahí a la Sierra Maestra, pero Fernando estaba muy cerca del batey, estaba alzado en los montes de San Miguel del Junco.
El mes de julio estaba a punto de culminar. Habían transcurrido cinco años de los acontecimiento del Moncada Luis Ramos Núñez estaba alzado en los montes de San Miguel cuando Fernando Figueredo llegó a la guerrilla.
«Se presentó con otro muchacho. Era muy jovencito. Tenía como 16 años de edad. Era trigueño, alto y delgado. Roberto Cruz lo admitió y marchamos pa’ la Sierra».
Homero Monteagudo también se unió a la tropa rebelde:
«Estuvimos escondidos durante un tiempo en Martí, en la costa norte de la provincia de Matanzas. Al llegar a Camagüey me incorporé a la tropa de Roberto Cruz. Pertenecía a la gente de Roberto Reyes. A Roberto Reyes lo mataron el 11 de julio. Llegamos a los montes de San Miguel y se nos unieron Fernando Figueredo y Alfredo Estévez. Más de treinta combatientes integrábamos la tropa de Roberto Cruz, entre ellos Fernando Figueredo Castellanos.
»Recibimos la orden del Comandante en Jefe Fidel Castro y sin perder tiempo abordamos dos camiones en Corojito de Vialla y bajo una luna llena avanzábamos hacia la Sierra Maestra». (Imagen tomada de EcuRed)