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Preparan guardabosques nueva campaña contra incendios forestales

La Habana, 20 oct.- El Cuerpo de Guardabosques de Cuba (CGC) anunció en esta capital los preparativos de su XXVII campaña nacional de protección contra incendios forestales, que comienza en enero próximo y concluye con el inicio del período lluvioso en  mayo entrante.

La dirección de la institución impartió instrucciones generales sobre el particular por videoconferencia con la participación de los jefes de la especialidad y representantes de los órganos y jefaturas provinciales del Ministerio del Interior. 

El Coronel Manuel Lama Gómez, jefe del CGC, advirtió acerca de la necesidad de tener en cuenta el impacto que pueden provocar en el país los fenómenos del cambio climático.

También en torno a los daños provocados en el occidente de la nación, principalmente en la provincia de Pinar del Río, el huracán Ian, con categoría tres de un máximo de cinco en la escala Saffir-Simpson, que sirve para medir la intensidad de tale eventos hidrometeorológicos.        

Citó un informe el Programa de ONU para el Medio Ambiente, según  el cual, las transformaciones climáticas ocasionarán que los fuegos de ese tipo sean cada vez más frecuentes e intensos, con un aumento de los extremos hasta un 14% para 2030, 30% para 2050 y 50% para finales de siglo, respectivamente..

De acuerdo con estimados de la ONU, existe un 50% de probabilidades de que el calentamiento global supere los 1,5 grados centígrados en un quinquenio y hay un 93 % de posibilidades de que al menos uno de los años del período 2022 y 2026 se convierta en el más cálido jamás registrado.

La XXVI campaña nacional de protección contra incendios forestales puso de manifiesto que la inmensa mayoría de ellos estallaron por negligencias, sobre todo por cazadores y pescadores furtivos, según su voluminoso informe al que tuvo acceso la Agencia Cubana de Noticias.

Por su impacto, las pérdidas económicas sobrepasaron los 22 millones de pesos y sus efectivos mantuvieron un control mínimo de las afectaciones en comparación con la contienda pasada.

Reiteró que el persistente y dañino bloqueo económico, financiero y comercial del gobierno de Estados Unidos limitó el enfrentamiento a las llamas, por carencia de recursos y equipos, aunque destacó el rol de sus fuerzas y de las empresas agroforestales, que las combatieron en condiciones desfavorables.

Solo en el período enero-mayo, hubo 284 que dañaron mil 876 hectáreas de bosques y mil 308 de herbazales de ciénaga, mientras que la mayor cantidad correspondió a las provincias de Pinar del Río (97), el municipio especial de la Isla de la Juventud (60), Matanzas (42) y Artemisa (22).

Confirmó que las situaciones que facilitaron su propagación obedecieron, principalmente, a lo inaccesible de los lugares donde surgieron, los cuales dificultaron el acceso de las fuerzas y medios para su combate.

El mayor número de ellas transcurrió en marzo, cuando aumentó su peligro en el territorio nacional, motivado por el incremento de las situaciones meteorológicas adversas, con altas temperaturas, escasas precipitaciones y fuertes vientos de componente sur.

Sin embargo, el 83% reportado pudieron ser controladas antes de las cinco hectáreas y en todos los casos se determinó la causa de su origen.

Las negligencias ocuparon el 96% de ellas, por pescadores y cazadores furtivos (31%) e influyeron también las quemas (23%), la circulación de vehículos con desperfectos técnicos en el sistema de escape de los gases de la combustión interna o mata-chispas (19%) y fumadores y transeúntes irresponsables (17%).

Las acciones preventivas centraron la atención en los 66 consejos populares identificados a inicios del período crítico con alto índice de causalidad, con el acompañamiento de las organizaciones de masas, los gobiernos, el Partido, los administradores, tenentes y pobladores de cada territorio.

Una evaluación final sobre el alcance de sus indicadores, ratificó, de forma gradual y sostenida, una mayor efectividad del Sistema Nacional de Protección Contra Incendios Forestales en el país, que posee una Estrategia y Programa Nacional de Gestión y Manejo del Fuego en los bosques para el período 2018-2025, algo poco común en el mundo. (Texto y foto: ACN)