Lo que revelan las uñas (+Fotos)

Desde el antiguo Egipto ya se usaban las uñas pintadas, pero con un sentido de la vanidad diferente al moderno, pues aprovechaban esto para marcar las diferencias sociales. Los poderosos usaban colores oscuros, y los pobres y esclavos colores pasteles.

Dicen que Cleopatra se pintaba las uñas de terracota y utilizaba para ello la henna, una planta cuyas hojas contiene un tinte rojo-anaranjado que sirve también para las ropas y el pelo. Asimismo, en la Antigua China se pintaban las uñas para marcar distancias sociales, incluso los Mandarines solían dejarse crecer las uñas para denotar que no hacían trabajos pesados ni manuales, y las coloreaban de oro o de plata. Detalle curioso, ambos sexos tenían estas costumbres, así que por aquel entonces era normal ver a un hombre con las uñas pintadas ¿se lo imaginan ahora?

Hoy día, de igual modo, las uñas pueden decir mucho de una persona. Estatus social, labores que realiza, nivel de pulcritud, hasta ciertos detalles de la forma de pensar, y ejemplifico ¿qué piensa usted cuando ve unas manos de mujer con las uñas mordidas? Que se trata de una persona nerviosa o ansiosa, ¿qué opina de unas uñas larguísimas y llenas brillos, colorines y dibujos? Una mujer que no hace nada en su casa, extravagante, y por ahí continúa la cuerda. Pero lejos de los estereotipos, que nunca tienen LA VERDAD, me interesa hurgar en los usos de las uñas postizas y las nuevas tendencias en cuanto a la decoración de las mismas.

Para las que no se sienten orgullosas de sus uñas, las que no se conforman con las que tienen, o las que las prefieren más fuertes, existe desde hace unos años la opción de las uñas acrílicas. Esto se le ocurrió a un dentista chino que usó polímero dental para ello, y luego los norteamericanos, famosos por sus remakes, hurtos de ideas, innovaciones y perfeccionamientos de productos, crearon un modelo más resistente. Ya desde los años setenta se pusieron de moda, y hoy por hoy su uso es más común en Latinoamérica, el Caribe y Estados Unidos.

No hay actriz mexicana de culebrón de Televisa que no lleve sus uñonas, como jocosamente se les dice. Sin embargo las elegantes madames de la alfombra roja de Hollywood no son tan fanáticas de esta tendencia.

En Cuba, los criterios al respecto son diversos. Según Lien Reyes, ex modelo de la Maisson, le enseñaron que era de mal gusto llevar las uñas muy largas y excesivamente pintadas, para ella lo elegante consiste en lo neutral, pues cuando una mujer se sobrecarga evoca vulgaridad.

Lucía Quevedo, especialista en anatomía patológica, dice que las uñas postizas más bien dañan la cutícula, maltratan el esmalte natural, y son cosa de jovencitas o adolescentes. "A una mujer madura o con un trabajo de ejecutiva, profesora, doctora, le restan en cuanto a imagen".

Por otro lado, Maylié Sánchez, camarera de una paladar, opina que las uñas acrílicas denotan nivel de adquisición, pues los precios muchas veces son altos, y si una mujer lleva las uñas bien largas, con muchos dibujos bien elaborados, significa que tiene dinero, y además, que no tiene mucho que hacer en la casa, porque a pesar de que las uñas postizas son fuertes y aguantan los menesteres del lavado y el fregado, tampoco son de hierro.

Pero Yamira Muñoz, bailarina y directora de un proyecto comunitario, dice que prefiere las uñas acrílicas, pues le duran más tanto el cuidado de la propia uña como la pintura, y se ahorra dinero.

Gio, maquillista, alega que las uñas acrílicas, siempre y cuando no se excedan en el largo y los colores, se ven bien, y que además son una opción factible especialmente si de ocasiones especiales se trata para las que tienen uñas deformes, enfermas o simplemente feas; sin embargo, para aquellas que no las necesitan pero por moda insisten en ponérselas hay que advertir sobre los daños que a la larga estos tratamientos traen consigo.

Dichas las bondades de las uñas acrílicas ¿cuáles son entonces las contraindicaciones de esta moda? En primer lugar hay que tener en cuenta que existen varios tipos de uñas postizas y diversos tratamientos para su aplicación. Para que el uso de estos productos no sea adverso, deben llevarse a cabo una serie de cuidados especiales que eviten problemas tanto estéticos como de higiene.

De manera general podemos mencionar la aparición de hongos, en el caso de una mala aplicación o una reacción alérgica a los productos, atrofia del crecimiento de la uña, y pérdida del esmalte natural. Son más apuntados los beneficios que las desventajas, pues los últimos inventos al respecto tienen una apariencia menos artificial, se pueden limar, cambiar de tamaño según el deseo, y pueden ser reparadas fácilmente, este es el caso de las uñas de acrílico.

La verdad es que hay uñas que te hacen abrir la boca y guardar silencio por varios segundos. En la calle he visto mujeres que las tienen tan largas que han de marcar las teclas del móvil con la yema de los dedos pues con la punta ya no pueden. Otras parecen meras obras de arte con dibujos a relieve, colores exaltados y mucho brillo.

Lady Gaga, excéntrica por excelencia, las lleva limadas de tal forma que son puntiagudas, como de bruja, y con su gracia ya ha implantado este estilo, pero hay que entender que lo hace por una cuestión de concepto comunicativo que forma parte de su imagen como artista, una buena “Madre monstruo” como ella misma se hace llamar frente a sus “monstruitos” o sea, sus fans, debe tener unas garras bien afiladas para defender la autoestima.

Por otro lado, algunas como Shakira, Madonna, Angelina Jolie, Charlize Theron y Cher apenas usan esmalte abrillantador en sus uñas reales y de vez en vez unos colores para combinar con la ropa. Pero por acá, las latinas suelen imitar mucho las tendencias de las actrices y presentadoras de Televisa, quienes generalmente las llevan largas y pintadas.

Lo cierto es que si de uñas se trata, hay variedad para escoger, desde colores, tamaños, tratamientos, formas, tendencias. Cada región tiene su canon, incluso dentro de una misma provincia pueden existir diferencias, pues en pueblos de campo las uñas postizas largas, muy pintadas y con arte incluido, pueden denotar alto poder adquisitivo, mientras que en ambientes más chics, se tiende a llevar esta parte del cuerpo lo más natural posible.

Una vez escuché de boca de un diseñador la frase, que no he corroborado que tan suya o que tan prestada es, “Una mujer elegante se para frente al espejo para preguntarse qué le sobra, no qué le falta”. La interpretación queda de tarea.

El cómo luzcan sus uñas es toda su responsabilidad, solo sea fiel a sus preferencias, y recuerde que ellas también dicen algo de usted.

(Tomado de Cubahora)

Lo que revelan las uñas