Misión Milagro: Regalar el Sol del ALBA a quienes faltaba la luz
A siete años del milagro, más de un millón de latinoamericanos ven la luz del alba, y no solo aquella perceptible en cada amanecer, sino la que irradia la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). El séptimo aniversario de la Misión Milagro convidó a rememorar aquellos días en que Fidel y Chávez, durante innumerables encuentros, trazaban una y otra vez las estrategias para garantizar atención médica en cada paraje de Cono Sur, Centroamérica y Las Antillas.
Según Sinay Céspedes, corresponsal de la agencia Prensa Latina en Caracas “los objetivos fundamentales eran potenciar capacidades y habilidades de quienes padecen trastornos visuales, y saldar la deuda del Estado con los desposeídos, en la búsqueda de justicia e igualdad”.
Evidentemente, el resultado de tales metas -materializadas en Venezuela y en gran parte de la región- se traduce en conmovedoras historias de hombres y mujeres, antes incapacitados por padecimientos como la catarata y que hoy disfrutan al máximo de su entorno vital.
Cuba ha desempeñado un rol determinante en la Misión mediante el traslado de los profesionales cubanos de la salud hacia los países miembros del ALBA, y también en la atención de los afectados en las instituciones hospitalarias de la Mayor de las Antillas.
El despliegue de la Oftalmología como especialidad médica en la Isla es otro de los buenos frutos de la Misión Milagro, que aún mantiene vigente el reto expresado en 2005 de intervenir quirúrgicamente a seis millones de personas en un período de 10 años.
Sus resultados concretos y su propia esencia reflejan el carácter humanista de una Misión no solo dispuesta a regalar el Sol a los más veteranos del Continente, sino también a iluminar definitivamente la existencia de todos aquellos latinoamericanos que recién llegan a la vida.
Por Gretta Espinosa Clemente/Radio Cadena Agramonte.