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El discípulo de Fidel

Alberto Guevara GuevaraCuando le preguntan sobre su vida revolucionaria,  Alberto Guevara Guevara responde con orgullo: “Yo soy un alumno de Fidel Castro Ruz”. Con sus 86 años a cuestas y el peso de tanta experiencia, este octogenario luchador forma parte de la memoria viva de la historia revolucionaria santacruceña.

Nacido el 24 de abril de 1923 en la zona del antiguo Central Francisco, actualmente Amancio Rodríguez, Alberto llegó a Santa Cruz del Sur con su familia después del desastre de 1932.

Desde muy joven tomó conciencia de la situación política y social imperante en el país y se integró a la juventud y el partido ortodoxos, liderados por Chivás.

El 26 de Julio de 1953 se produjo el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, por un grupo de jóvenes revolucionarios al mando de Fidel Castro, quienes en su defensa plantearon que el único camino para lograr la libertad de la Patria es la lucha armada.

En ese contexto de agitación política se creó en Santa Cruz del Sur la primera célula del Movimiento 26 de julio, donde Alberto formó parte de su dirección en el frente de propaganda.

Desde entonces Guevara desplegaría una intensa labor divulgadora sobre la importancia de la unidad revolucionaria para derrocar a la tiranía batisitiana.

Su trabajo se conoció por las fuerzas del régimen, fue perseguido, detenido, y encarcelado en la cabecera provincial, donde milagrosamente no resultó maltratado físicamente, aunque sufrió  la amarga experiencia de ver a varios de sus compañeros y otros presos, vejados por los militares del régimen, momentos que marcarían su vida totalmente y le darían mayores fuerzas para seguir la lucha revolucionaria.

Ya en libertad se reincorporó a las conspiraciones clandestinas, en apoyo de las distintas fuerzas que operaban en la provincia, especialmente en esta parte sur.

El año 1958 sería una etapa de gran actividad revolucionaria para los luchadores, que como Alberto, integraban el movimiento clandestino de las ciudades.

Varias fueron las acciones organizadas por el Movimiento 26 de julio en Santa Cruz del Sur, que a decir de este sencillo revolucionario, tuvo en el portal de una tienda comercial la oficina central y donde se fraguaron importantes acciones que mantendrían a la dictadura en jaque en todo el territorio sureño, en aras de fortalecer el movimiento guerrillero, y desestabilizar al régimen, acciones que tendrían como colofón la victoria el Primero de enero de 1959.

Aunque ya las más de ocho décadas de vida de este sencillo luchador le tienden un velo a su memoria, y hechos, nombres y lugares se alejan o confunden en el tiempo, no le impiden mantener su convicción de revolucionario, el orgullo de haber cumplido con el deber, y de haber dedicado su juventud a la sagrada causa de una generación que cambió para bien la historia de Cuba.

Alberto Guevara Guevara es la imagen de tantos hombres y mujeres que se integraron al movimiento 26 de julio, y sin pedir nada a cambio, arriesgaron sus vidas para liberar la Patria y construir un futuro mejor.  (Por: Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz)