Latinoamérica vibra con el clamor de independencia
El pueblo de Honduras sufre las consecuencias de un acto brutal, salido de las desenfrenadas ansias de poder, de militares indignos que dieron la espalda a la historia de la nación hondureña, para actuar de manera apresurada, justo en un momento en el que Latinoamérica se une y glorifica la paz de su gente.
Resultan interesantes y convocan a la reflexión algunas notas publicadas por agencias extranjeras de noticias, por ejemplo EFE reportó que Hillary Clinton, encargada de relaciones internacionales en la administración de Obama, hizo enérgico rechazo al golpe de estado que afecta a Honduras y afirmó que la acción contra Manuel Zelaya viola los principios de la Carta Democrática Interamericana y debe ser condenada por todos.
Barack Obama instó entonces a los actores políticos y sociales a respetar las normas democráticas, el estado de derecho y los principios de la citada Carta Democrática Interamericana, al tiempo que negó cualquier participación de Estados Unidos en el golpe militar contra el presidente de Honduras.
Está claro que el momento es otro, el mundo repulsa la acción y los militares que asestaron el golpe estan solos, sin respaldo, sin entendimiento, sin clemencia.
Preocupa la seguridad de los hondureños porque viven jornadas difíciles y peligrosas, expuestos al odio y a la prepotencia de un grupo de armados que ven perdidos sus intentos y exacerban la furia contra quienes reconocen a José Manuel Zelaya como el único presidente de Honduras, aprobado por el pueblo que reclama con estoica valentía el regreso de su líder al poder.
El espíritu de lucha de los hondureños para no perder la razón que los convoca, tiene el apoyo de la América Latina, del Caribe y de buena parte del mundo, que mira con asombro la actuación ignorante de quienes arremeten contra la propia tierra que les dio origen.
Es un absurdo. Lo ocurrido en Honduras nunca debió pasar, sin embargo, ante el suceso, reconforta Latinoamérica unida, la voz del ALBA en Nicaragua estremeció los corazones de los que amamos la paz y el respeto al derecho internacional.
Otra vez la justicia está del lado correcto. Razón tenían Bolívar, Martí y Morazán cuando vislumbraron el futuro de esta América que vibra con el clamor de independencia para los pueblos de la región.
(Por María Elena Javier Mora/UPEC Santa Cruz del Sur)