Por difíciles que sean las circunstancias, en Villa Clara ¡Siempre es 26!

Por difíciles que sean las circunstancias, en Villa Clara ¡Siempre es 26!Discurso pronunciado por Julio Ramiro Lima Corzo, primer secretario del Partido en Villa Clara, durante el acto central por el Aniversario 57 de los Asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, celebrado en la Plaza de la Revolución Ernesto Che Guevara, de Santa Clara.

Villaclareños:

¡Con Raúl y la guía de Fidel, estamos en 26!
¡Con los que asaltaron el Moncada y vinieron en el Granma, estamos en 26!
Compañeros de la patria de Bolívar que nos acompañan,
Compañeros de la dirección de la Revolución cubana aquí presentes,
Familiares de los caídos en defensa de la Patria,
Pueblo de Villa Clara,
Invitados,

El 26 de Julio tiene una connotación especial para todos los cubanos. Celebrarlo en este lugar sagrado de la Patria, custodiado por los restos del Che y varios de sus compañeros de lucha, y hacerlo, además, en el medio de la alegría de nuestro pueblo por la recuperación del Comandante en Jefe Fidel Castro, constituye motivo de gran orgullo para esta conmemoración.

Hoy rememoramos el aniversario 57 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en homenaje a los héroes y mártires del 26 de julio de 1953, cuyas acciones contribuyeron al triunfo de la Revolución cubana. Un año antes, en 1958, cuando el che llegó por primera vez a este zona para desarrollar la Campaña de Las Villas, la situación precaria del territorio que ocupa la actual provincia de Villa Clara no difería de la del resto del país.

Según datos del Censo de Población y Viviendas realizado en 1953, el 67 % de los niños entre 6 y 9 años no sabían leer ni escribir, mientras el 23,3 % de los mayores de 10 años eran analfabetos, índice que en las zonas rurales alcanzaba el 36,9 %.

El desarrollo industrial resultaba casi nulo, las pequeñas fábricas constituían verdaderos chinchales. Abundaban los macheteros que cortaban caña en Camaguey por un breve período de tiempo, y después batallaban para vencer el fatídico tiempo muerto. Eran tiempo de los niños limpiabotas, de asesinatos y desaparecidos, de los abusos de la guardia rural.

Los pocos hospitales públicos existentes en la región se concentraban en los pueblos más prósperos, como Santa Clara, Sagua, Remedios y Placetas; pero carecían del personal y las condiciones necesarias para garantizar una atención eficaz.

Peor era la situación en el campo, donde decenas de niños morían de enfermedades curables, como el parasitismo y los brotes diarreicos. Aún se recuerdan con tristeza las veces en que más de un campesino recorría leguas en busca de un médico para atender a su hijo enfermo, y regresaba angustiado por no tener  dinero para pagar la consulta.

La alta tasa de mortalidad infantil existente entonces, en nada puede compararse con el 2,6 por cada mil nacidos vivos que hoy muestra la provincia, la más baja del país al concluir el primer semestre del actual año.

Estas y muchas otras fueron las causas por cuales aquel grupo de jóvenes valientes, al mando Fidel, decidieron comenzar la lucha para convertir en luz la densa penumbra que cubría nuestra Patria, cuando parecía inevitable la muerte de nuestro Apóstol en el año de su centenario.

El Moncada nos mostró la fuerza de las ideas y nos enseñó a convertir los reveses en victoria. Inspirados en el ejemplo de aquellos valerosos hombres, prosiguió la lucha por lograr la libertad definitiva. Con la liberación de los pueblos de la antigua provincia de Las Villas por las tropas al mando de Camilo y el Che y del Directorio estudiantil llegó la alborada del Primero de Enero y una Revolución victoriosa, que exterminó los males que más aquejaban a los cubanos.

Consecuentes con nuestro legado histórico, las enseñanzas de Fidel y de Raúl, y el compromiso eterno con los caídos, este pueblo ha sido capaz de crecerse a la altura que demanda cada reto, de demostrar capacidad de respuesta y voluntad en las etapas más duras, sin ceder un ápice en los principios, a pesar del bloqueo y las presiones del imperialismo yanqui.

Los villaclareños, con gran sentimiento de honor y compromiso, proseguimos en combate, inspirados en el aliento heroico que emana del Che y su Destacamento de Refuerzo. En 1996 este territorio obtuvo por primera vez la condición de Destacado en la emulación moncadista. En Santa Clara, y en esta misma Plaza colmada de pueblo, el 30 de septiembre de ese año, Fidel recordó que no había tarea, ni proeza en que no hubieran estado presentes masivamente los villaclareños, y manifestó su convicción de que sabríamos realizar y llevar a cabo todo lo que hubiera que hacer en estos tiempos para alcanzar la victoria.

Un año después, el Guerrillero Heroico regresó inmortalizado a este lugar, a su cuartel general ubicado en Santa Clara, la ciudad redimida por él al mando de la Columna 8 en aquella épica batalla librada en diciembre de 1958.

Venía acompañado por los hombres que lo siguieron durante la gesta boliviana, para continuar, como dijera Fidel aquel día, librando y ganando más batallas que nunca.

Ese día los villaclareños ratificaron el compromiso con el Comandante Guevara, de llevarle cada día a su trinchera de combate resultados concretos en la producción, la defensa, los servicios, la ciencia y en todos los quehaceres de la sociedad.

Desde entonces, este pueblo ha laborado sin descanso para estar a la altura de la palabra empeñada. Ni ciclones, grandes sequías, inundaciones, ni el bloqueo genocida han podido socavar el espíritu de trabajo de esta provincia.

Hoy podemos decir con satisfacción que Villa Clara ha cumplido con el Che, aunque aún nos faltan por explotar enormes potencialidades en la agricultura y en todas las ramas de la economía para estar a la altura de su inmenso ejemplo.

No podemos sentirnos satisfechos mientras exista una sola hectárea de tierra sin empleo útil, tenemos que producir más y con sentido de racionalidad y eficiencia, de modo que podamos reducir importaciones; elevar la  producción industrial, el rigor en el control, la lucha contra la corrupción e ilegalidades  y mejorar la calidad de los servicios al pueblo; no con consignas, sino con resultados concretos, para ser dignos seguidores de esta tropa guerrillera.

Este año la obtención de la sede por el Día de la Rebeldía Nacional provocó un inmenso júbilo en toda la población. La unidad del pueblo, junto a su historia y el Partido, nos ha permitido avanzar sostenidamente, nos ha hecho audaces, previsores ante la autocomplacencia, la desidia y el deslumbramiento ante lo superfluo  y lo estéril.

Trabajamos para hacer las cosas cada día mejor, con humildad, con sencillez, sin fanfarrias, de modo de cada persona sienta la necesidad de trabajar para vivir en las circunstancias actuales de nuestro país y para lograr satisfacer las necesidades crecientes de nuestro pueblo.

Sin embargo, a pesar de los logros en la Educación, la Salud, la Cultura, el Deporte,  el desarrollo socioeconómico y científico, debemos trabajar duro para hacer irreversible la Revolución.

Hoy resultan exigencias impostergables aumentar la producción y la productividad, ahorrar recursos, emplearlos con mayor racionalidad, trabajar con disciplina y velar por la institucionalidad, tareas a las cuales debemos consagrarnos cada día.

Esa será nuestro homenaje a la altura de Abel y Haydee Santamaría, Elpidio Sosa, Pablo Agüero, Osvaldo Socarrás y Roberto Mederos, los jóvenes de esta provincia que asaltaron la gloria aquella mañana de la Santa Ana para cumplir la palabra empeñada con el Apóstol.

Constituye también el mejor tributo a los héroes y mártires de la Patria, quienes abonaron el camino para conquistar la victoria. A nuestros Cinco Héroes, prisioneros injustamente en cárceles del imperio por combatir el terrorismo.

Hoy renace un nuevo continente, una alianza bolivariana para los pueblos de América, en defensa de la independencia, la soberanía y de un futuro mejor para los pueblos del Sur.

Desde esta trinchera de ideas y de combate, los villaclareños ratificamos nuestro optimismo de que ¡Sí se puede! Y reafirmamos nuestro compromiso de seguir adelante por grandes que sean las dificultades y los obstáculos.

¡Felicidades a Ciudad de La Habana, Granma y Ciego de Ávila, provincias destacadas por la efeméride moncadista!

¡Felicidades al pueblo villaclareño!

En esta emotiva conmemoración recordamos las palabras expresadas por Fidel, al recibir al Che y otros guerrilleros de la gesta boliviana:

"Para llevar a cabo esta enorme proeza, para derrotar los planes imperialistas contra Cuba, para resistir el bloqueo, para alcanzar la victoria, Che contamos contigo."

¡Hasta la Victoria Siempre!

¡Gloria eterna a los héroes y mártires del 26 de Julio!

¡Gloria eterna a los todos los caídos en defensa de la Patria!

¡Viva Fidel!

¡Viva Raúl!

¡Viva el Comandante Chávez!

¡Viva la Revolución!

Gritemos más alto que nunca. Por difíciles que sean las circunstancias, en Villa Clara ¡Siempre es 26!