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Sida, progresos y mucho por hacer

La Habana .- A pesar de las inversiones realizadas en promoción y prevención, y un mayor acceso a los medicamentos, el año 2012 culmina con más de 34 millones de personas infectadas con el VIH en todo el mundo, contra 33,5 millones en 2010.

En diversas regiones como Oriente Medio, Europa oriental y, Asia central no se hace lo suficiente y el número de individuos que ha contraído el VIH en los últimos años creció, destaca el Programa Conjunto de Naciones Unidas para el VIH/sida (Onusida).

África subsahariana es todavía hoy el área más afectada, con el 69 por ciento de todos los casos (uno de cada 20 adultos vive con el virus, casi seis de cada 10 son mujeres, y 3,1 millones son niños), estima Onusida en su más reciente informe. La organización considera además que en América Latina la epidemia se encuentra estable, con cerca de 1,4 millones de seropositivos.

Sin embargo, aún cuando las cifras no reflejan lo mejor, es evidente que el desarrollo y eficacia de los antirretrovirales, considerados en la actualidad como la única alternativa para el tratamiento del VIH/sida, influyó de manera decisiva en la calidad de vida de las personas afectadas y en el incremento de su supervivencia.

Gracias a ello y a los programas desarrollados, el número de muertes por sida disminuyó de 2,2 millones en 2005, a 1,7 millones en 2011. Solo en los dos últimos años las posibilidades terapéuticas para el VIH aumentaron en un 63 por ciento en todo el mundo.

En la actualidad -según Onusida-, ocho millones de personas reciben tratamiento antirretrovírico, aunque muchas más lo necesitan.

Durante la XIX Conferencia Internacional sobre sida que sesionó en julio último en Washington, Estados Unidos, expertos abogaron por un mayor acceso a la terapia con el objetivo de asegurar el fin de la epidemia.

En ese sentido, Anthony Fauci, del Instituto Nacional de Salud, aseguró que si se amplía la implementación de las intervenciones, se puede alterar drásticamente la trayectoria de la pandemia y cumplir con el objetivo de una generación libre de sida.

El experto potenció el hecho de que "no se está hablando de curación" de la enfermedad, sino de poner "fin a la epidemia", un objetivo hasta el momento incierto, un concepto epidemiológico que significa, ningún niño infectado por su madre, un número menor de casos (de 2,5 millones de personas al año a 100 mil), y todos los infectados reciban tratamiento.

Existen más de 30 fármacos aprobados para el VIH/sida, combinaciones efectivas que alargan la esperanza de vida, pero se necesitan nuevos medicamentos y el compromiso de los enfermos de seguir el tratamiento, manifestó Fauci.

Los avances científicos nos dieron las herramientas de intervención, pero además se necesita compromiso político de todos los países y terminar con la discriminación, aseveró.

Sobre las posibilidades de conseguir una vacuna, el investigador reconoció que durante años se realizaron varios ensayos, pero todos fracasaron. Es un reto muy complejo, aseguró.

El camino por recorrer es largo aún, acotó.

Sin embargo, aún cuando todavía quedan muchos desafíos, la realidad es que los avances de la ciencia, el apoyo político y las respuestas comunitarias, empiezan a dar frutos y ayudan a pensar en un futuro mejor.

Al menos, para ello se trabaja, pero no se puede descuidar la prevención y el tratamiento, asistencia y educación, así como el desarrollo de estrategias que incluyan a poblaciones vulnerables -mujeres, hombres que tienen sexo con hombres, trabajadores sexuales, individuos transgéneros y usuarios de drogas inyectables-. El rechazo, estigma y discriminación de las personas con VIH/sida, inciden también en una adecuada respuesta a la pandemia.(PL)