Tejedora santacruceña orgullosa de haber transmitido conocimientos a muchas personas (+ Fotos)

Noviembre, 2021.- En la tranquilidad del hogar Nancy Barreiro Sánchez no deja escapar los momentos libres de las tareas domésticas para tomar las agujetas y sentarse a confeccionar los encomendados pedidos, además de otros previstos a terminar para embellecer más su morada.

“Aprendí a realizar el tejido a crochet desde los ocho años. Muy atenta veía usar las agujetas a mi abuela paterna y a mi mamá.

Mi madre se dedicaba fundamentalmente a hacer la canastilla de los bebés próximos a nacer. La abuela confeccionaba tapetes y los bordes de las sábanas”, evocó.

Vivió por mucho tiempo en el barrio La Engracia, enclavado cerca de la carretera que enfila el rumbo hacia la comunidad santacruceña de Haití.

“Mi labor allí, manifestó, era el pastoreo de carneros, pero aprovechaba para tejer mientras caminaba o sentada a la sombra de un árbol”.

Su fina destreza con las agujetas llegó a oídos de los de los directivos en ese entonces de la Casa de la Cultura Olga Alonso de estos predios.

“Fui invitada a exponer mis trabajos en la Feria Provincial de Arte Popular efectuada en el poblado de Hatuey, donde obtuve el primer lugar”. En la cita, recordó la creadora, puso a la vista del público cuadros, manteles, cortinas y cubrecamas.

Meses después asistió a sendos eventos nacionales que tuvieron lugar en las provincias de Ciego de Ávila y La Habana, en los que obtuvo reconocimientos.

Se enorgullece Nancy Barreiro Sánchez de haber enseñado a su hija y nieta, casi adolescente, a tejer. He transmitido los conocimientos a varias personas de ambos sexos. A un grupo de alumnas de las secundarias básicas Benito Viñales, de Haití y Camilo Cienfuegos de Santa Cruz del Sur, impartió clases de tejido.

La bella muñeca, regalo del esposo a la lugareña cuando cumplió el onomástico 54, parece sonreír con la mirada. “Decidí vestirla como princesa pues este es su palacio”, reveló emocionada.

Nancy despidió con un hasta pronto al periodista desde el balance hogareño de su preferencia, sin soltar las agujetas. Debe terminar en breve algunas parejas de guantes de distintos colores, un mantel y encargos de canastilla.

Texto y fotos de Raúl Reyes Rodríguez, tomado del perfil de Cultura de Santa Cruz del Sur en Facebook