Al sur

Proteger el medio ambiente es salvaguardar la vida en el planeta

Santa Cruz del Sur, 5- jun.- A pesar de los millones de muertes provocadas por la COVID-19 en el mundo, la población humana continúa en crecimiento, arrastra consigo muchas necesidades alimentarias y de otros tipos. Esto conlleva a otro necesario llamado de alerta a conservar y salvaguardar los ecosistemas.

La naturaleza sola no es nuestra madre: ¿Quién quiere tener una madre injusta, criminal, torpe y loca ¡ Benditas sean las manos que rectifican estas equivocaciones, y endulzan estos errores sombríos de la ciega madre creación”, sentenció José Martí.

Pensar en el bienestar de las futuras generaciones en el planeta Tierra es un incondicional deber de todos los que lo habitamos y fundamentalmente de los gobernantes de cada nación. Usar de manera racional los recursos, no envenenar la atmósfera con sustancias tóxicas, tampoco con armas nucleares, ayudará a mantener el bienestar espiritual y saludable.

Para materializar todas esas acciones, a fin de lograr equidad y justicia social, requiere cambiarse los patrones de los países capitalistas desarrollados, donde unos consumen muchos, otros muy poco y en otras parte del globo terráqueo fallecen por hambre miles de persona cada año. El llamado a eliminar la pobreza de una vez no puede quedar en papeles luego engavetados, ni dejarse para resolver en el venidero siglo.

Se pone en peligro la existencia humana. La inconsciencia de los poderosos está de moda. El cambio climático revelándose en desastres, intensas sequías, olas de calor y el deshielo de los casquetes, son algunos ejemplos del S.O.S. planeta a quienes el poderoso Don dinero los incita a darle la espalda a la realidad y no pensar en el presente ni el mañana, tampoco en sus semejantes.

“Vivir en la tierra, no es más que un deber de hacerle bien. Ella muerde y uno la acaricia. Cada uno haga su obra,- señala la expresión Martiana. “Sobre ella vivimos, sembramos, nos multiplicamos, cumplimos objetivos. No le hagan más daño, provocarán su irreversible enojo.”

En la actual situación que tiene el mundo, donde unos pocos consumen mucho y la mayoría muy poco, por debajo de sus necesidades más perentorias, la aspiración de lograr el uso sostenible de los recursos naturales está en dependencia de las profundas transformaciones económicas y sociales, que serían las que posibiliten la distribución equitativa y la aplicación de políticas de conservación de estos bienes. (Foto tomada de Internet)