Para Luisín la hermandad de la tripulación es fundamental

Santa Cruz del Sur, 29 oct.- La fortaleza física de Luís Alberto Marín Bejerano (Luisín) no sólo es parte de la herencia genética de sus predecesores, los duros trajines en el mar han triplicado las pujanzas y volumen de los músculos para salvaguardar a sus compañeros del barco camaronero 023 si la fiereza del mar sorprende.

“Todos ellos representan mucho para mí en lo laboral y la hermandad creada. Somos todos para uno y uno para todos como los mosqueteros Portos, Aramis y Dartañan, de los que conocí sus hazañas a través de la lectura cuando era un adolescente. La unidad lo puede todo”.

De la referida embarcación es el motorista.

“Estoy atento a los niveles de aceite y combustible del motor cuando estamos en campaña. Lo cuido como si fuera mi “novia. Nos garantiza la pesca del camarón cuando se levanta la veda del crustáceo”.

Luisín puntualizó que cuando salen al mar abierto cumple con los deberes de pescador y participa en los turnos de guardia que se organizan en el 023. Para él toda tarea a asumir es fundamental porque así lo requiere este tipo de quehacer.

Subrayó poseer todos los conocimientos de rigor para ocupar el puesto de patrón si en algún momento se lo proponen, pero sabe que recibir los cursos teórico-práctico establecidos para asumir la responsabilidad son muy importantes. Ese momento llegará, lo sabe. La continuidad es vital.