La genética y la inmunidad son los nuevos actores de la salud mental
Distinguir lo relevante en la avalancha de noticias científicas es difícil. En IntraMed, se destacan algunos avances de las últimas semanas que podrían tener impacto futuro en la práctica clínica sobre la salud mental.
Cada vez que decidimos algo, nuestro cerebro activa un complejo mecanismo biológico que hoy es mejor entendido. Una investigación publicada en Nature y dirigida por el profesor Jean-Claude Béïque de la Universidad de Ottawa, revela que las neuronas de serotonina (5-HT) en el mesencéfalo no solo están conectadas entre sí, sino que estas conexiones permiten una forma avanzada de procesamiento en la toma de decisiones.
Estas células están interconectadas y compiten por activarse en una dinámica muy similar al principio del «ganador se lo lleva todo». “El sistema serotoninérgico de los mamíferos es mucho más complejo de lo que pensábamos”, explica el Dr. Michael Lynn, primer autor del reciente estudio que comenta los hallazgos. Hay grupos distintos de neuronas de serotonina que controlan áreas específicas del cerebro, y algunas pueden inhibir a otras, dependiendo de su nivel de actividad. El descubrimiento podría allanar el camino hacia tratamientos más personalizados para trastornos como la depresión mayor.
Uno de los puntos clave fue identificar cómo una región cerebral llamada habénula lateral, conocida por activarse ante la frustración y asociada con la depresión, influye directamente sobre estas neuronas. Esta zona podría actuar como un sensor que evalúa qué tan amenazante es el entorno y, en función de eso, activa o inhibe ciertos grupos de neuronas serotoninérgicas.
Nuestro cerebro evaluaría el nivel de amenaza y emitiría una respuesta binaria: sí o no. De ser así, hay una base suficiente para futuras investigaciones sobre cómo las redes de serotonina participan en las enfermedades mentales y cómo podrían modificarse con intervenciones farmacológicas o terapias personalizadas. (Tomado de Infomed)