Al sur

Fidel vive en los corazones santacruceños

Santa Cruz del Sur, 25 nov.- Hoy los libros de historia narran cómo fueron las luchas contra la tiranía batistiana, la clandestinidad, la lucha de los rebeldes que se internaron en la Sierra después de una agitada travesía en barco, el glorioso triunfo aquel primero de enero y la entrada victoriosa de la caravana de la libertad.

Dentro de unos años a los libros de historia le crecerán páginas, pues no sería correcto no resaltar la vida y obra de tamaño hombre, sin dejar de explicar cómo llegamos a hacer Revolución, hay que contar cómo se mantuvo y se mantiene, teniendo vigente sus ideas.

Después de 1959 se creció aún más ante las adversidades dándole a Cuba un lugar respetable en el mundo, haciéndola capaz de enfrentar cualquier amenaza. Vivimos días de duelo una vez más en respeto a tan sublime líder, pero Cuba entristecida se arraiga nuevamente a su espíritu y no lo deja marchar, todavía parece mentira que haya muerto.

Ya me imagino Santiago en estos días, no Santiago, sino el Cementerio de Santa Ifigenia donde como todo un hombre sencillo pidió reposaran sus restos dentro de monolito que ahora saluda a todo el que entra a la necrópolis.

La ciudad héroe donde hace 150 años comenzaron nuestras gestas independentistas abrió sus brazos al eterno Comandante, no porque terminaran, no, nuestra lucha continúa y es responsabilidad de los jóvenes de estos tiempos mantener todos sus logros.

La dignidad, el respeto, el altruismo, la solidaridad, el patriotismo, el independentismo, el heroísmo, la modestia, el desinterés, la igualdad se quitan el sombrero frente a él. Muchos países de Latinoamérica y el mundo le hacen reverencias. A lo largo de su vida se hizo de una ideología basada en el socialismo y confió plenamente en que un pueblo culto es un pueblo libre.

Fue Fidel el más grande pensador del siglo veintiuno, su pueblo lo recordará siempre como el gigante de las ideas, al que no le interesó hablar bajo incesantes lluvias, y nunca olvidarán aquella gloriosa imagen cuando una paloma blanca se posó sobre su hombro, declarándolo como insigne luchador por la paz y la justicia.

Convencido de que sus ideas quedarían para la posteridad comprendió que su destino no era venir al mundo para descansar al final de su vida y desde su piedra fragua una nueva contienda libertaria que quedará eternizada en nuevas páginas de los libros de historia, para que los que no tuvieron el placer de conocerlo en vida, sepan quien fue y que hizo nuestro eterno Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

(Foto tomada de Cubadebate)