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En casa de la familia Wuasch, un platanal que guarda sus secretos

Santa Cruz del Sur, 21 abr.- El pequeño platanal, todo verdor, de la santacruceña María Magdalena Wuasch Reytor (Macusa) parece tener sus secretos propios aportados por la sabia madre naturaleza. A saber cuánto más guarda ese pedazo de patio cultivado bajo tierra y raíces.

Juan Manuel (Candore), el hermano de la santacruceña, vecina de carretera entre Libertad y Cristo, picó para consumo familiar un  racimo de plátanos manzanos. Quiso al momento el jubilado del sector pesquero echar abajo con el afilado machete la mata que había aportado la exquisita cosecha. Pero como bien afirma el refrán popular: La prisa no es elegancia, ni antes, ni ahora, ni después.

Tan apurado estaba el que pescó langosta por más de medio siglo, que dio la cortadura a la planta equivocada. Macusa, comentó éste, se sonrió y lo calificó irónicamente de buen agricultor. Candore, sonrojado, se lamentó de lo sucedido como pudo. Quería echar el tiempo atrás y que el machetazo mal direccionado hubiera dado en el tronco correcto.

La naturaleza quiso para bien remediar la situación con un nuevo racimo salido del centro de la cercenada planta. Juan Manuel al descubrir el inesperado nacimiento le riega agua a diario para que este alcance un buen desarrollo y parición. Así la santacruceña familia Wuasch Reytor volverá  a disfrutar de la dulzura de la codiciada fruta.