Continuaron los santacruceños tributo al Líder Histórico en la noche del lunes
[:es]Santa Cruz del Sur, 29 nov.- Hay frialdad y pocas estrellas en el firmamento. La gente se abriga para rendirle el tributo personal así como colectivo al Líder Histórico de la Revolución Cubana. En fila ordenada los santacruceños entran a la casa de la cultura Olga Alonso. Muchos trabajadores salieron directo de sus centros laborales a cumplir el deber con el invencible guía.
Allí estaba la pequeña Arlet Suárez Hernández. “Vine acompañada de mis abuelos.
Hoy en la escuela hablamos mucho sobre
Fidel. Gracias a él tenemos salud pública gratuita, educación y felicidad. Hoy no tengo motivos para sonreír porque el Comandante en Jefe se fue a realizar un largo viaje y no sé cuándo regresará. Pero los niños lo vamos a esperar aunque se demore un poquito”, dijo la alumna de segundo grado del centro primario José Martí.
Sobre una parte rocosa de la Sierra Maestra el hombre Martiano, Marxista, Leninista y Bolivariano mira el horizonte donde resplandecen las nuevas victorias. Parece reflexionar sobre las cuestiones que le hablará a su pueblo cubano, el que lo seguirá al precio de cualquier sacrificio.
“Yo soy otro de los soldados de la multitudinaria guerrilla liderada por el glorioso Jefe. Varias son nuestras misiones, la más valiosa es defender la independencia y no confiar nunca en el imperialismo”, manifestó Rafael López Aviló, trabajador de la empresa de Industrias Locales y brigadista voluntario de la Cruz Roja.
María Aleida Aguilera López, técnica de fiscalización de la entidad de acopio y distribución de leche Caribe, llevó a Emily Mustelier Aguilera, su hija, a abrazar a Fidel. “Lo hicimos a través del pensamiento y la palabra”, expresó la fémina.
“Las dos nos pusimos delante de su imagen gallarda vestida de verde olivo, le hicimos un juramento: Defender el concepto de Revolución mientras vivamos”, aseveró la adolescente de octavo grado en la secundaria básica Camilo Cienfuegos de la ciudad cabecera.
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