Con mucha voluntad vaquero santacruceño cumple planes lecheros

A semejanza de las viejas películas del oeste norteamericano se ha dejado crecer la barba en el ajetreado rostro un vaquero santacruceño, quien hace un año dejó la carpintería para ocuparse de una tarea que no permitía más aplazamiento.

 

“Mis cuatro caballos y considerable cantidad de chivos y carneros tenían espacio insuficiente en el patio de mi casa; quise pedir una caballería de tierra. Aunque sé poco del campo no temo enfrentarlo”.

 

Alexis Serrano Fané,  es otro  usufructuario en Santa Cruz del Sur. Tomó el consejo de un amigo que le sabe un “mundo” a la ganadería. “Él me exhortó, hablándome claro sobre el severo quehacer. Animado compré varias reses cebú y holstein, poniendo en ejecución los conocimientos adquiridos a través del  referido camarada”

 

Fácil no le resultó ordeñar, al evocarlo se ríe. “¡Oiga! … es verdad que la carpintería nada tiene que ver con eso. Cuando comencé el ordeño con mis vacas, gracias que tenía alguna práctica. Las más difíciles son las teti duras… Dolores tuve durante varios meses en las manos, ya por suerte estoy adaptado”.

 

El rebaño asciende a 40, donde hay 12 vacas en ordeño y similar cantidad gestadas. Cada cual con su nombre específico y características diferentes. “Hay animales mansos, otros son resabiosos, debo hablarles sin miedo ni maltratos, llevarlos a la obediencia es el propósito. Son de ¡anjá!, han intentado atacarme”.

 

Así en doble jornada va el rebaño de la vaquería La Ada a los potreros aledaños a la costa, área donde el pasto salitroso le suministra calcio en abundancia. “Toman agua hasta casi reventarse; usted probará la calidad de la leche que envio  a la industria: posee bajo nivel de acidez, la grasa es exquisita”.  

 

Las clases empíricas le vinieron como anillo al dedo a Serrano. Francis Ricardo Yero, joven vaquero, lleva dos décadas en esta labor posibilitándole conocer “de los tarros al rabo” a los vacunos.

 

“Alexis, afirmó, asimiló rápido cada explicación. Lo bueno que tiene es que sigue preguntando. A pesar de ser una persona sin gran experiencia se muestra entusiasta. Su tenacidad no me ha sorprendido; se convertirá en un reconocido vaquero local”.

 

En el pasado calendario Alexis se fue por encima de lo establecido en el contrato, extrayendo cinco mil 200 litros de leche. El plan habitual asciende a los quince litros en el actual 2015. Las ágiles manos del ordeñador logran acumular 45. “La primavera beneficia, es indiscutible, habiendo yerba, la comida, como digo yo, está servida sin restricciones”

 

Su fin desde enero,  es sacarle a las vacas productoras una cantidad superior a los cuatro mil 500 litros y hasta la fecha ha echado en los metálicos recipientes dos mil 250. “La Ada” reportero, será vanguardia, escríbalo por ahí”.