Canciller de Cuba insta a unir fuerzas contra la trata de personas

La Habana, 17 sep.- El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, instó a unir fuerzas para prevenir la trata de personas, un fenómeno frente al que su país mantiene tolerancia cero.

 

El canciller ratificó esa postura de la isla mediante un mensaje en su cuenta de Twitter, donde también señaló que el carácter transnacional de ese flagelo precisa que ‘los países de origen, tránsito y destino, cooperen y compartan la responsabilidad’ para prevenirlo.

El jefe de la diplomacia cubana igualmente llamó a trabajar de forma conjunta en la protección de las víctimas y el procesamiento de los responsables, en el contexto de la 45 sesión del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas.

El pasado 30 de julio, al conmemorarse el Día Mundial contra la trata, Rodríguez afirmó que combatir ese delito precisa de cooperación y no de listas e informes unilaterales.

Sostuvo además que Cuba tiene un ‘desempeño ejemplar’ en esta área, como se reafirmó a inicios de julio, durante el Diálogo Interactivo con la Relatora Especial sobre Trata de Personas, especialmente mujeres y niñas, en el 44 periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos.

Allí el diplomático cubano, Jairo Rodríguez, explicó que la isla colabora e intercambia información con las organizaciones pertinentes, incluida la Interpol, el sistema de las Naciones Unidas y los organismos homólogos de países europeos y de la región de las Américas.

Recordó que la nación caribeña cuenta con un Plan de Acción Nacional sobre la trata de personas (2017-2020), que es su herramienta fundamental en los esfuerzos conjuntos del Estado y la sociedad civil.

Según el informe sobre el enfrentamiento a la trata del 2019, en el territorio de la mayor de las Antillas no existen redes criminales organizadas, en tanto en ese año fue baja la incidencia de los casos, con 15 casos juzgados por delitos con rasgos típicos de trata de personas.

Cuba cuenta con diversos instrumentos jurídicos vigentes que permiten el enfrentamiento al flagelo y las conductas asociadas a este, todo lo cual es coherente con el espíritu de la Convención de Palermo, sus Protocolos y otros instrumentos internacionales. (Prensa Latina)