Al sur

Amalia Simoni inspira hoy a las féminas santacruceñas

Junio, 2021.- Se cumplen 179 años del natalicio de una de las más insignes patriotas cubanas, Amalia Simoni Argilagos. Natural de la otrora villa de Puerto Príncipe, hoy Camagüey, nació el 10 de junio de 1842.

Era la mayor de las dos hijas del matrimonio del médico José Ramón Simoni y Manuela Argilagos. Aunque procedía de una familia acomodada mantuvo siempre ferviente patriotismo y ansias liberadoras para Cuba.

Quiso el destino que uniera su vida a la del camagüeyano Ignacio Agramonte y Loynaz, legendario patriota principeño, aunque no fueron pocos los avatares para su unión.

Cuentan que Amalia, ante la oposición del padre en las relaciones con Agramonte, expresaría: “No te daré, papá, el disgusto de casarme contra tu voluntad, pero si no es con Ignacio, con ninguno lo haré”. Su relación transcurrió prácticamente en la manigua redentora, encontrándose por momentos cuando los avatares de la guerra así lo propiciaban.

Amalia Simoni fue una activa contribuyente de las fuerzas mambisas prestando servicios en hospitales de campaña. También sufrió los rigores de la cárcel y del exilio. Su entereza y fidelidad a la causa independentista se demostró cuando en una ocasión, al ser arrestada por el enemigo, un oficial español le conmina a pedirle a su querido Ignacio que abandonara la lucha. Su respuesta fue tajante: “Primero me dejo cortar una mano antes que escribirle a mi esposo para que sea un traidor”.

Sería uno de aquellos encuentros ocasionales entre Amalia e Ignacio el último. Celebraban el cumpleaños de su pequeño hijo cuando la proximidad de una columna española provocó la separación definitiva. Las últimas palabras escuchadas por ella de su esposo fueron: “La esposa de un soldado tiene que ser valiente”.

El exilio de Amalia en los Estados Unidos sería vía para seguir la lucha independentista, al no poder permanecer en la isla por la presión de las autoridades españolas. Participó en campañas y colectas e hizo todo lo que estuvo a su alcance para la causa libertaria cubana.

En México conoció de la muerte en combate de su amado Ignacio. Al regresar a Cuba, después de finalizar la guerra sin independencia, se opuso firmemente a la intervención norteamericana y a la Enmienda Platt.

Las autoridades le ofrecen ayuda económica por ser viuda de Agramonte pero la rechaza: “Mi esposo no peleó para dejarme una pensión, sino por la libertad de Cuba”.

El 23 de enero de 1918, a los 73 años de edad, moría en La Habana Amalia Simoni Argilagos, esposa del Mayor General Ignacio Agramonte, una de las féminas más ilustres en las luchas independentistas contra la metrópoli española. En su figura se inspiraría José Martí, el Apóstol de la independencia nacional, para expresar: ¡Fáciles son los héroes con tales mujeres!

A 179 años de su nacimiento las féminas cubanas la recuerdan como paradigma de patriotismo y consagración a la libertad de la patria. Las santacruceñas, igualmente, invocan su ejemplo de mujer valiente, digna, esposa fiel y patriota abnegada.