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Crucial reunión en España para mitigar calentamiento global

Crucial reunión en España para mitigar calentamiento global Madrid, 1 nov.- Representantes de unos 170 países se reunirán el mañana lunes en la ciudad española de Barcelona, en lo que se considera la última oportunidad para avanzar en un acuerdo sobre cómo frenar el calentamiento del planeta.

Más de cuatro mil negociadores intentarán romper el atasco entre los países industrializados y subdesarrollados, y salvar un acuerdo de Naciones Unidas para combatir el cambio climático antes de la cumbre de Copenhague, Dinamarca, fijada para diciembre próximo.

Las conversaciones gubernamentales en la llamada ciudad Condal, que se prolongarán hasta el venidero viernes, tratarán de poner fin a las profundas discrepancias respecto al reparto de la reducción de cuotas de emisión de gases de efecto invernadero.

También buscarán la manera de recaudar, dentro del mundo rico, los miles de millones de dólares que se necesitan para ayudar a los estados más pobres a enfrentar los efectos del calentamiento global.

Entendidos en la materia lamentaron el fracaso, hasta ahora, de los dos años de tratativas puestas en marcha por el denominado Plan de Acción de Bali, que pretendió unificar a ricos y pobres contra el impacto devastador de los gases de efecto invernadero.

Para Yvo de Boer, secretario ejecutivo de la Convención Marco de la ONU para el Cambio Climático, resulta físicamente imposible concluir todos los detalles de un tratado en Copenhague.

El tiempo casi se ha agotado, anticipó de Boer esta semana en un mensaje dirigido a los delegados que asistirán al crucial encuentro multilateral en España.

No obstante, se pronunció porque en Barcelona todos los países den un paso al costado en el interés propio y permitan que prevalezca el beneficio común.

De Boer quiere que en la principal urbe danesa se definan los recortes individuales de emisiones de las naciones ricas y las acciones de las pobres para reducir el incremento de las suyas.

Espera, además, un pacto sobre la nueva financiación y tecnología para los países en vías de desarrollo y un sistema para supervisar los fondos.

A juicio de los propios expertos, la peor crisis financiera en décadas desvió la atención por el tema del clima, y la ONU y numerosas naciones temen que un tratado jurídicamente vinculante sea imposible de concretar en Copenhague, a partir del 7 de diciembre.

Todas las partes coinciden en que el progreso ha sido demasiado lento desde el inicio de las pláticas en 2007 para evitar el peor de los escenarios en el planeta como la desertificación, las inundaciones, la extinción de especies o la subida de los mares.

Esos problemas sólo podrían frenarse, según las conclusiones del Panel Climático de la ONU, si las emisiones del mundo caen en picada en 2015.

España advirtió que el resultado de las discusiones en Barcelona será determinante para cerrar cuestiones técnicas y avanzar hacia el tramo final de las negociaciones en la capital danesa, cuyo reto es lograr un pacto que sustituya al Protocolo de Kyoto.

La Convención Marco de la ONU estima que combatir el cambio climático supondrá un gasto para los países emergentes de miles de millones de dólares durante la próxima década, que deberá ser financiado en parte por sus pares desarrollados.

Por el momento, los líderes de la Unión Europea (UE) fracasaron la víspera en dar una respuesta común sobre cuánto ofrecerá el bloque de los 27 en la cita de Copenhague.

La UE considera que los estados en vías de desarrollo necesitarán 100 mil millones de euros anuales entre 2013 y 2020, y entre cinco mil y siete mil millones anuales antes de esas fechas.

Pero De Boer señaló que la incapacidad del bloque comunitario de poner sobre la mesa cifras monetarias concretas para ayudar a los emergentes amenaza el liderazgo moral del viejo continente. (PL)