Caso de Los Cinco, afrenta sostenida contra la justicia y la verdad
Me encuentro aquí… en otro capítulo para combatir por la justicia y la verdad, y no solo llenar un espacio con palabras, pues ello dista mucho de mi propósito. Quizás muchos no comprendan el valor de esta, una de mis batallas, mas no los critico, porque existen cubanos y miles de personas que en el mundo me acompañan en esta lucha de pensamientos y reclamos para liberar a nuestros Cinco Héroes.
¿Resulta posible que por tener dignidad y decoro se condene a una persona? No. Y lo peor del asunto es que mientras los cuerpos de nuestros hermanos se deterioran, por el indetenible paso de los años, su espíritu continúa fortaleciéndose, otros largos años en los que Cuba y mucha gente buena del Planeta siguen exigiendo justicia, sobre todo, porque lo que no han hecho los jueces puede hacerlo el gobierno de los Estados Unidos, que no ha entendido ninguna de las razones para volcar toda su ira contra estas personas y esto hace ver su lamentable condición.
Más triste aún resulta el caso del presidente Obama, quien ha estado al tanto de los acontecimientos, y conoce las reclamaciones de personalidades y organizaciones, que muestran en blanco y negro las arbitrariedades y las violaciones desde el proceso inicial hasta las sucesivas apelaciones, y ponen en tela de juicio la verdadera cara del sistema jurídico norteamericano.
Sin embargo, al “Premio Noble de la Paz”, poco parece importarle la situación de estos hombres, ¿por qué será? Pues este constituye su último mandato, al menos por ahora, al frente de la Casa Blanca y tampoco creo que tenga como objetivo buscar simpatizantes en La Florida para próximas elecciones, pues fue uno de los estados claves con los que pudo cimentar su reelección.
Solo me inclino a pensar que busca cambiar su modo de pensar con relación a nuestro proceso revolucionario y se ha reunido con otro tipo de influencias que, por años, han tratado de reducir, sin resultado alguno, a la Revolución a un recuerdo y nada más.
Cada minuto que permanecen en la cárcel es una afrenta a la justicia y a la dignidad, eso lo saben, como también conocen que cada nueva arbitrariedad no los cansará o los vencerá, no quieran llamarse engaño, pues desde los cinco continentes se alzan voces contra esta injusticia, y no puede ser que en los más disímiles puntos del orbe existan tantas personas equivocadas. (Edel Blanco Duarte/ Radio Santa Cruz)