El miedo nos hace calcular mal las distancias
Cuando algo nos causa miedo tendemos a calcular mal la distancia a la que se sitúa.
Si nos asusta una araña, por ejemplo, nuestro aterrado cerebro hace que la percibamos mucho más cerca de lo que realmente está, según publica la revista Current Biology en su última edición.
Investigadores de la Universidad de Londres, Reino Unido, desarrollaron un experimento en el que se pedía a un grupo de voluntarios que observaran cómo se acercaban una serie de objetos en la pantalla y que pulsaran un botón cuando consideraban que estaban a punto de chocarse.
Cuando la imagen pertenecía a una serpiente o una araña, la sensación de proximidad apareció mucho más rápido que si el objeto cercano era un conejo o una mariposa.
Si algo nos infunde temor, percibimos antes la posibilidad de colisión, asegura uno de los científicos, quien sospecha que se trata de un mecanismo adaptativo, pues si un objeto es peligroso, es preferible reaccionar demasiado pronto que demasiado tarde.
(Redacción Informativa de Radio Rebelde)