A pie de urnas santacruceños patentizarán democracia
Apenas nos separan horas de las elecciones de este 2012, a celebrarse mañana domingo, 21 de octubre, cuando cada cubano con edad de votar, podrá llegar al colegio electoral que le corresponda, y en franco sufragio, elegir al candidato de su preferencia. Y no por maniobras mediáticas, ni alardes de promesas en discursos itinerantes de recaudación de fondos para sus campañas.
No, los candidatos del pueblo serán elegidos por su prestigio en el barrio, por su conducta ante la sociedad, por su seriedad, por su capacidad aglutinadora, por el respeto y la confianza que le profesan sus vecinos y compañeros.
Esas serán las cualidades y requisitos indispensables, las premisas que mueven a la ciudadanía para seleccionar a sus representantes ante el órgano legislativo del Poder Popular.
Porque en Cuba los comicios no necesitan que los postulados cuenten con recursos financieros, ni de grandes movimientos propagandísticos, o de discursos pragmáticos y dadivosos. No, aquí cualquiera tiene la posibilidad de ser elegido, sea médico, profesor universitario, empresario, o trabajador por cuenta propia, sea abogado, músico o limpiabotas, y tampoco importa que sea negro, mulato, blanco o de cualquier otra raza.
Son el merito y la capacidad las cualidades esenciales para representar a la gente de su comunidad.
Y es esa característica la que nos hace disfrutar de una verdadera democracia, donde hombre, mujer, o joven con edad para el sufragio, puede ejercer su derecho al voto, sin tener que ser estimulados con quimeras de los postulados.
En Cuba ya eso se acabó, ya es historia. Y el pueblo no permitirá de nuevo volver atrás, a las campañas electorales de la pseudorepública, donde los personajes influyentes y poderosos se repartían el poder, poniendo de por medio al pueblo con promesas que nunca cumplían, haciendo de los sufragios un negocio rentable y lucrativo.
Hoy en Cuba el ejercicio electivo es diferente, tiene matices de pueblo, de masividad, y eso lo corroboran los millones de personas que asistieron a las asambleas para nominar y proponer a los candidatos que este domingo serán elegidos por voto directo y secreto.
Y este 21 de octubre, alrededor de unos ocho millones de personas irán a las urnas a ejercer el sufragio, y consolidar el mecanismo político de gobierno, que se inicia desde el barrio y culmina en la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Y los santacruceños, como cada cubano, estaremos presentes allí, en el colegio de nuestra circunscripción, temprano, votando por el compañero o compañera que en nuestra opinión sea el más capaz, el de mejores posibilidades de representarnos ante los órganos superiores del Poder Popular, demostrando que no hacen falta campanas mediáticas ni presupuestos millonarios para llevar adelante un sistema eleccionario democrático, transparente y con poder de pueblo. (Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz)