Denuncia contra petrolera estadounidense destaca en semana brasileña
Brasilia, 24 mar . – La denuncia penal por crimen ambiental y daño al patrimonio público contra las empresas Chevron y Transocean, y a 17 ejecutivos de esas petroleras resaltó en el acontecer noticioso de Brasil la semana que concluye hoy.
La acusación de la fiscalía, presentada el miércoles pasado ante la justicia de Río de Janeiro, es por motivo del escape de unos dos mil 500 barriles de petróleo en el Campo de Frade, en la Bahía de Campos, en noviembre de 2011.
Además, el MPF indica que el presidente de la Chevron Brasil, el estadounidense George Buck, y otros tres funcionarios de esa empresa, subsidiaria de la petrolera norteamericana, responderán también por los delitos dificultar la acción fiscalizadora del Poder Público.
Asimismo, por no cumplir obligación de interés ambiental, presentar un plan de emergencia engañoso y por falsedad ideológica, al alterar documentos presentados a las autoridades públicas brasileñas, referidos al salidero detectado en noviembre del año pasado en la zona donde operan esas compañías.
Las penas propuestas por el MPF contra los acusados varía de 21 años y 10 meses hasta 31 años y 10 meses.
La denuncia solicita también la retención de todos los bienes de los denunciados y el pago de una fianza de un millón de reales, unos 540 mil 550 dólares, por cada acusado y de 10 millones de reales, unos cinco millones 405 mil dólares, por cada empresa.
El texto precisa que en caso de ser condenados, el valor de la fianza servirá para pagar la indemnización material por los daños causados, la multa y los costos del proceso penal.
La Chevron Brasil inició sus actividades de exploración y producción de petróleo y gas en la Bahía de Campos en 1997, después que el gobierno brasileño de la época permitiera la inversión privada en el sector petrolero. Desde entonces, la empresa posee tres proyectos en aguas profundas del gigante suramericano.
La petrolera actúa como operadora solo en el Campo de Frade, en el que tiene el 51,7 por ciento de participación. Ese depósito esta situado en una lámina de agua de cerca de mil 130 metros, a unos 370 kilómetros de la costa noreste de Río de Janeiro.
Al hablar sobre la actuación de las petroleras en Brasil, la presidenta Dilma Rousseff subrayó la obligación que tienen de cumplir las normas de seguridad a fin de garantizar la preservación ambiental.
"Las empresas que vengan a instalarse aquí, así como las empresas que ya están aquí, deben saber que los protocolos de seguridad existen para ser cumplidos, todas las empresas, sin excepción", aseveró Rousseff.
Por otra parte, el asesor de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP), Silvio Jablonski, aseguró que la empresa Chevron Brasil hizo un análisis incorrecto de su operación en el pozo donde en noviembre pasado hubo un enorme salidero de óleo.
Una audiencia pública promovida por la Comisión de Medio Ambiente, Defensa del Consumidor y Fiscalización y Control del Senado Federal persiguió conocer los motivos de un nuevo escape en esa zona operada por la Chevron y que fue divulgado la semana anterior, pero comenzó el día 4 de este mes.
Para el asesor de la ANP, el nuevo salidero pudo evitarse si la subsidiaria norteamericana hubiera realizado un revestimiento más extenso del pozo donde se produjo la fuga en noviembre de 2011. "Constatamos que la Chevron hizo un análisis incorrecto del pozo", subrayó el funcionario de la entidad oficial.(PL)
