Cuba: su suerte “con los pobres de la tierra”
Cuentan que cuando el padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes necesitó tela azul para confeccionar la primera bandera cubana, la tomó del dosel de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, ya que su esposa era devota de ella y el lugarteniente general Antonio Maceo Grajales al ser bautizado, entre otros nombres, recibió el de Nuestra Señora de la Caridad, puesto por devoción de su madre Mariana Grajales.
¿Cuántas veces en las guerras de independencia, los valientes hombres que conformaban las tropas del ejército libertador se encomendaron a la virgencita mambisa?
El próximo 26 de marzo, Cuba, abrirá sus brazos para acoger con todo el afecto y respeto que merece al Papa Benedicto XVI, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Su visita está motivada por la conmemoración del aniversario 400 del hallazgo de la imagen de la virgen de la Caridad del Cobre.
Esta pequeña isla, inclusiva por naturaleza, solidaria por devoción y con un sentido de la justicia que le nace de sus mismas entrañas, tiene como una de las singularidades de nuestra cultura, presente desde su momento forjador una ética de raíz cristiana, asumida por creyentes y no creyentes.
Armando Hart, Presidente de la Sociedad Cultural José Martí lo afirma: “Todas las religiones se han fundamentado en la necesidad de la ética… Los no creyentes, entendemos el bien como la necesidad apremiante para enfrentar los desafíos del mundo. Uno de los pensamientos de José Martí más recordado y mencionado en el mundo es, precisamente, "Ser culto es el único modo de ser libre". Estas líneas del Maestro van precedidas de otras que no se mencionan tanto: "Ser bueno es el único modo de ser dichoso".
¿Quieren ustedes ser dichosos en la vida? Practiquen el bien y encontrarán dicha personal. Hay numerosos ejemplos que nos brinda el sentido común”.
Y Cuba es ejemplo de bondad y si no que le pregunten a esos “pobres de la tierra” con quienes este país ha echado su suerte. ¿Qué podemos ofrecerle en Cuba, Santidad?, decía Fidel en el discurso de bienvenida al Papa Juan Pablo II en su visita a nuestro país en el año1998: “Un pueblo con menos desigualdades, menos ciudadanos sin amparo alguno, menos niños sin escuelas, menos enfermos sin hospitales, más maestros y más médicos por habitantes que cualquier otro país del mundo que Su Santidad haya visitado; un pueblo instruido al que usted puede hablarle con toda la libertad”.
Aquí está Cuba y su pueblo, unidos por la fe infinita de que un mundo mejor es imprescindible. Como dice Frei Betto “a lo mejor la resistencia cubana es otro milagro más de la Virgen de la Caridad”
Minoska Cadalso Navarro/ Radio Rebelde