Prosigue reunión de economistas en Cuba
La Habana, 3 mar .- Prestigiosas personalidades continuarán hoy aquí sus exposiciones acerca de soluciones urgentes y cambios al actual orden económico y financiero, en el XI Encuentro Internacional sobre Globalización y Problemas del Desarrollo.
Para la jornada de este martes está prevista la intervención del presidente de Honduras, José Manuel Zelaya, quien disertará sobre los ajustes obligados a la globalización.
También lo harán el Premio Nobel de Economía en 1999, Robert Mundell, y otros especialistas y estudiosos de Costa Rica, Chile, Brasil y México.
La crisis financiera internacional y América Latina y el Caribe; una explicación de la gravedad de esa situación; la recesión mundial y la interpretación de esos movimientos estructurales y sistémicos, acapararán la atención de los más de mil paticipantes en el evento.
En la mañana las sesiones de trabajo estarán dedicadas a debates sobre finanzas, políticas agrarias y seguridad alimentaria, desarrollo social, energía y medio ambiente, integración y cooperativismo, mientras en la tarde las discusiones serán en plenario con la realización de varios paneles.
Durante la apertura Cuba convocó a las Naciones Unidas a encabezar los análisis y soluciones a la profunda crisis económica, como escenario idóneo para un debate democrático e impedir medidas unilaterales conciliadas en círculos cerrados y exclusivos.
El presidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, Roberto Verrier, preciso que todo análisis sobre el tema requiere la más amplia participación de la comunidad internacional, en particular de los países en vías de desarrollo con derecho a aportar sus puntos de vista y perspectivas.
En los primeros debates del evento varios especialistas coincidieron en el carácter sistémico de la actual crisis económica global, así como en que su duración será larga y no se sabe cuándo tocará fondo.
Al respecto, el profesor argentino Claudio Katz advirtió que se avecina una cesación de pagos en Europa, mayor estrechez de la demanda en Japón y la retracción de mercados en el comercio global como consecuencias de la debacle.(PL)