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Grito de Baire, grito de Cuba

Grito de Baire, grito de CubaHoy es un día luminoso y cálido, tranquilo y cotidiano, como pudo haber sido aquel memorable 24 de febrero de 1895, hace 117 años, cuando los patriotas levantaron sus armas para conquistar la libertad de la Patria.

Aquel glorioso día Cuba amaneció irredenta, dispuesta a llevar adelante la guerra necesaria, la que organizó el Apóstol José Martí a fuerza de aunar voluntades, de reclamar el espíritu independentista de todo el pueblo, para hacer de esa contienda la revolución de todos, y para el bien de todos.

No importaron las menguadas fuerzas, el fracaso de algunas expediciones capturadas por el enemigo, la espera de algunos patriotas para levantarse en armas más adelante, el deficiente número de armas, y cualquier otra adversidad, nada importó. Sonó el grito de libertad y las huestes revolucionarias se lanzaron a la manigua redentora como lo habían hecho los patriotas del 68, para continuar la obra iniciada el 10 de octubre de 1868, por el Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes.

La orden fue cumplida, y aunque muchos no lograron sintonizarse con la clarinada, los levantamientos fueron múltiples, en oriente y occidente, el grupo de patriotas orientales logró mayor éxito que sus compatriotas del occidente, neutralizados en los alzamientos, como el de Ibarras, en Matanzas. A Pinar del Río no llegó la orden, Camagüey y Las Villas se sumarían días después.

El motor impulsor de la revolución ya estaba en acción, la rueda de la independencia estaba en movimiento y no dejaría de girar hacia delante. Como una llama de pólvora se había incendiado la manigua redentora, con una gran parte del pueblo cubano que volvía por sus ansias libertarias guardadas para el momento oportuno reiniciar la contienda contra el colonialismo español.

Serían los próceres de la Guerra de los Diez Años las figuras cimeras al frente del Ejército Libertador, bajo la dirección del Delegado del Partido Revolucionario Cubano, José Martí, artífice de toda una inestimable labor de dirección y organización de la Guerra Necesaria.

Porque no sería otro el camino de la emancipación de la nación cubana, sino el de la lucha armada, en el enfrentamiento contra el régimen colonialista que había sumido a la explotada isla como una pieza más de las posesiones de la metrópoli, utilizando los escasos recursos de Cuba para enriquecer las arcas monárquicas.

Y es en ese contexto que se da el Grito de Baire, como es conocido, aunque pudiera haberse llamado el Grito de Cuba, porque fue el patriotismo inclaudicable de los cubanos el que se sumó a la lucha ansiada tantos años para fraguar el esfuerzo martiano y sus colaboradores, para alcanzar el propósito que 117 años después disfruta el pueblo cubano de hoy: la Libertad y Soberanía nacional. (Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz)