Así te recordamos Comandante
Sintetizar la vida de los Héroes de la Patria se torna tarea ardua, sobre todo cuando de figuras cimeras se trata. Ese es el caso de Juan Almeida Bosque, Comandante de la Revolución y uno de los dirigentes más queridos por el pueblo.
La rica trayectoria de Almeida se remonta desde sus días infantiles en que siendo el segundo hijo de una prole de doce hermanos, tuvo que sumarse al trabajo para ayudar como obrero albañil a la manutención del hogar.
La toma de conciencia de un cambio radical se forma desde esos primeros años. Tras el golpe de estado de 1952 por el dictador Fulgencio Batista, se vincula a la lucha contra esa acción, ocasión en que conoce a Fidel Castro, al que sigue en sus proyectos independentistas y pensamiento político.
Asaltante del Cuartel Moncada, cumple condena por el hecho bélico, y como otros revolucionarios es amnistiado el 1955.
Miembro de la expedición del Yate Granma, es uno de los sobrevivientes de las acciones de Alegría de Pío, y de los que posteriormente formarían el incipiente Ejército Rebelde.
Combatiente de gran valor, por sus méritos es ascendido paulatinamente hasta alcanzar el grado de Comandante, como Jefe del Tercer Frente Mario Muñoz Monroy en la zona de Santiago de Cuba, hasta el triunfo revolucionario, etapa que ocupa varios cargos de dirección en el Buró Político, diputado a la Asamblea Nacional, y Vicepresidente del Consejo de Estado, además de Presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana.
Juan Almeida también es uno de los hombres que ha dejado para la historia sus vivencias en diversos volúmenes sobre la lucha revolucionaria en distintos escenarios, y su creación musical cuenta con más de trescientas obras, entre las que más se conocen se encuentran las canciones “La Lupe” y “Dame un traguito”.
Por sus méritos en la vida política y revolucionaria, el Estado cubano le confirió a Juan Almeida Bosque el Título Honorífico de Héroe de la República de Cuba. Y la Orden Máximo Gómez de Primer Grado, además de muchas otras distinciones recibidas a lo largo de su vida.
Su muerte se produjo el 11 de septiembre de 2009 a las 23:30, hora cubana, debido a un paro cardiorrespiratorio a la edad de 82 años. Sus restos mortales fueron sepultados en el Mausoleo del III Frente Oriental, en Santiago de Cuba, junto a otros combatientes de la Revolución cubana.
Juan Almeida Bosque representa a los jóvenes humildes de aquella gloriosa generación de cubanos que supo entender que el único camino era la lucha armada para derrocar la tiranía batistiana. Almeida representa también al más humilde de los dirigentes, por su sencillez y afabilidad, querido y admirado por el pueblo, donde dejó una importa con sus acciones, y su ejemplo de cubano, artista, militante y revolucionario. (Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz)