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Urgencia de decir !NO! a las armas nucleares

Urgencia de decir !NO! a las armas nuclearesMientras el mundo de hoy se debate entre la guerra y la paz, crisis económica, peligros ambientales, amenazas climáticas, son los pueblos los que con mayor fuerza han asumido – algunos a conciencia, otros espontáneamente- la batalla por el bienestar del planeta y sus especies. Entre las tantas voces de denuncia, se suma la de Cuba.

Y entre los múltiples escenarios para demandar por la paz ninguno se presenta mejor que aquel donde se reúnan gobiernos, delegaciones, representantes, organismos de todos los rincones de nuestro universo. 

Fue Ginebra el sitio escogido el pasado 24 de enero para que sesionara la Conferencia de Desarme.

Allí Cuba fue nuevamente protagonista. Esta vez el país caribeño asumió la presidencia de ese importante foro, por intermedio de Rodolfo Reyes Rodríguez, representante permanente de la Isla ante la Conferencia.

En política exterior se requiere no solo de prestigio ganado. También es imprescindible el reconocimiento internacional. Y en el tema de desarme y la lucha contra la proliferación de armas de destrucción masiva la condena de la nación antillana no puede ser silenciada.

Reyes Rodríguez sentó postura: hay que promover el multilateralismo como necesidad y principio básico de las negociaciones en esa materia.

Las soluciones acordadas de forma multilateral, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, son el único método sostenible para abordar esos asuntos, reiteró.

Hay que ratificar la confianza y la disposición de todos los estados miembros de la Conferencia a negociar cualquier tema para frenar la actual maquinaria belicista.   Por ello es que preocupan los intentos de algunos de desconocer esta instancia, asunto en el cual la Isla también ha presentado su protesta.

La falta de voluntad política por parte de algunos estados para avanzar en materia de desarme nuclear es hoy amenaza y desafío real.

Incluso, algunas delegaciones intentan dejar a un lado la Conferencia de Desarme y recurrir a procesos de negociación alternativos.

Cuba igualmente se opone. Sería peligroso un paso atrás. Hay que preservar y defender ese espacio. Esa es hoy responsabilidad y urgencia de la cual dependerá la vida presente y futura.

Para la Isla solo hay un camino: ¡No! a las armas nucleares. ¡No! a la carrera de armamentos en el espacio ultraterrestre. ¡No! a la producción de material fisible para la fabricación de esas armas u otros dispositivos y explosivos nucleares.

En agosto de 1945, cuando ya era evidente el fin de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos desató todo su poderío atómico contra dos indefensas ciudades japonesas.

Ambas quedaron arrasadas en poco tiempo. Se estima que en Hiroshima la bomba mató a más de 120 mil personas, y dejó 70 mil heridos.

Los muertos en Nagasaki se evalúan en 50 mil, y en alrededor de 30 mil los heridos. A ello hay que sumar las víctimas causadas por efectos de la radiación. Y tan solo fueron empleadas dos bombas atómicas.

¿Qué sería del mundo de hoy si de las casi 23 mil armas nucleares existentes, las siete mil 560 de ellas que están listas fueran empleadas de inmediato? (Por Ana Ivis Galán García, AIN)